primer aniversario de los atentados de barcelona y cambrils

17-A: El instigador del horror estuvo en Ceuta

Abdelbaki Es Satty, el líder de la célula terrorista que sembró el terror en Cataluña en agosto del año pasado, contaba con un amplio historial delictivo, cuyas páginas también habían sido escritas en Ceuta. 

Manifestación de repulsa a los atentados en Cataluña celebrada el 25 de agosto de 2017; arriba, fotografía de Es Satty (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Manifestación de repulsa a los atentados en Cataluña celebrada en Ceuta el 25 de agosto de 2017; arriba, fotografía de Es Satty (C.A./ARCHIVO)

Barcelona conmemora hoy la mayor tragedia de su historia reciente. Hace un año el Paseo de las Ramblas se convertía en el escenario del horror: una furgoneta arrollaba a la multitud cobrándose la vida de 16 personas y dejando tras de sí más de 150 heridos. El terror llegaba horas más tarde al paseo marítimo de Cambrils. El terrorismo había golpeado sin misericordia a Cataluña.

Detrás de todo este horror se erigía la figura de Abdelbaki Es Satty, un individuo oscuro que ejercía como imán en Ripoll, cabecera de la comarca del Ripollés, en la provincia de Gerona. Es Satty murió en la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona), refugio donde los terroristas preparaban bombas caseras con las que perpetrar una serie de atentados en la capital de Cataluña.  

Es Satty había captado para su célula a un grupo de jóvenes musulmanes, la mayoría de los cuales acabarían muertos bajo las balas de los mossos d’ Esquadra. Pero el líder de los terroristas tenía un pasado, y ese pasado lo situó en Ceuta en al menos dos ocasiones.

El imán fue detenido en 2010 cuando transportaba 120 kilos de hachís a bordo del ferri que une Ceuta con Algeciras, un delito que le valió una condena de cuatro años de cárcel por tráfico de drogas, pena que cumplió en el centro penitenciario de Los Rosales y en la cárcel de Castellón. Fue puesto en libertad en 2014.

No era la primera vez que Ceuta se cruzaba en el camino de la biografía de Es Satty. Antes, en el año 2002, fue detenido cuando intentaba  introducir en la Península a un migrante sin documentación desde Ceuta. Las fuerzas de seguridad lo interceptaron en el interior del vehículo que conducía en compañía de un migrante marroquí que portaba documentación falsificada. El juez le condenó por la comisión de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros a medio año de prisión y al pago de una multa de 1.080 euros.