El patio de la Comandancia de la Guardia Civil ha sido escenario de la ceremonia de celebración del día de la patrona del cuerpo, la primera que se celebra tras la suspensión el año pasado de los actos a causa de la pandemia de coronavirus. La cita se ha desarrollado con mucho menos público de lo habitual en cumplimiento de las normas establecidas por las autoridades sanitarias para combatir la propagación del virus.
La crisis fronteriza de los días 17 y 18 de mayo ha tenido un papel relevante en las referencias contenidas en los discursos pronunciados por el coronel jefe de la Comandancia, Gabriel Domínguez, como la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos.
“Los que comenzó siendo una crisis migratoria se tornó rápidamente en una crisis humanitaria”, ha recordado Domínguez, quien ha tenido palabras de recuerdo y agradecimiento para todas las unidades desplegadas en la ciudad para canalizar la masiva entrada de personas procedentes del país vecino. El coronel jefe ha calificado la de los agentes de “actuación encomiable”.
En similares términos se ha pronunciado la delegada Mateos, quien ha destacado la implicación del cuerpo durante la crisis de mayo. “Las entradas masivas del 17 y 18 de mayo son un ejemplo de cómo hacéis frente a cualquier emergencia que se nos presente; hoy quiero expresaros mi reconocimiento personal y, como delegada del Gobierno, mi agradecimiento”, ha afirmado.
Al tiempo, el máximo responsable de la Guardia Civil ha encomiado el trabajo desarrollado por sus agentes en el segundo gran reto que se ha planteado a las autoridades y fuerzas de seguridad en los últimos meses: el combate contra la pandemia de coronavirus.
Finalmente, Domínguez ha mostrado su satisfacción por los avances en el proyecto de construcción de la nueva sede de la Comandancia, que comenzará a levantarse en el segundo semestre del próximo año.
