Adiós al horario de invierno

En la madrugada del sábado al domingo, adelantaremos nuestros relojes una hora. Sacrificaremos una hora de sueño, pero ganaremos días más largos y noches más cortas. El ahorro energético y los efectos en nuestro cuerpo en  el centro de la discusión

Relojes cambio de hora DALL·E 3
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Este sábado decimos adiós al horario de invierno para mañana domingo dar la bienvenida al horario de verano. Cuando el reloj marque las 2:00 de la madrugada del sábado al domingo, deberemos adelantarlo a las 3:00, sacrificando una hora de sueño. Este pequeño salto en el tiempo nos acompañará hasta el último domingo de octubre, cuando el horario de invierno volverá a tomar el relevo.

El cambio en nuestro cuerpo

El cambio horario nos regala días más largos y noches más cortas, y también un beneficio para nuestro bolsillo gracias al ahorro energético en nuestros hogares. Sin embargo, no todo es ahorro, ya que nuestro cuerpo podría sentirse un poco desconcertado con este cambio.

Una hora menos de sueño

Perder una hora de sueño, aunque parezca poco, puede desencadenar una serie de efectos menos placenteros, como el insomnio o una mayor irritabilidad. Es como si nuestro reloj interno pusiera los ojos en blanco, preguntándose por qué de repente se ha oscurecido más tarde.

Cómo combatir los posibles síntomas

Para combatir estos pequeños trastornos, es recomendable seguir rutinas regulares, aprovechar al máximo la luz natural durante el día y mantenernos activos.

El futuro incierto de los cambios de horario

Y mientras ajustamos nuestros relojes, surge la pregunta: ¿Será este uno de los últimos cambios de hora que viviremos? Desde 2019, la Unión Europea dejó en manos de cada estado miembro la decisión de fijar de manera permanente el horario de verano o el de invierno.

La discusión sigue en el aire

Aunque el plazo inicial para decidir era 2021, la discusión sigue en el aire. La elección de uno u otro horario afectaría directamente nuestros amaneceres y anocheceres, adaptándose mejor a las horas de luz natural. Así que, mientras Europa decide, nosotros seguiremos adelantando y atrasando nuestros relojes, y adaptándonos como siempre a estos pequeños pero significativos cambios.

¿Cuál es la historia detrás del cambio de hora?

El cambio de hora tiene una historia fascinante que se remonta a la antigua Roma, donde ya se debatía la idea de adaptar la hora al cambio de luz solar. Sin embargo, la implementación moderna del cambio de hora tiene sus raíces en la crisis del petróleo de la década de 1970. Debido al encarecimiento de los recursos energéticos, los distintos países decidieron modificar el horario para coincidir con los tramos de mayor cantidad de luz natural.

Entre los personajes históricos que han influido en esta práctica se encuentran Benjamin Franklin, el inglés William Willet, un joven Winston Churchill y los dirigentes de la Segunda Guerra Mundial. En 1918, el cambio de hora comenzó a regularse de manera internacional y se aplicó el "horario de verano" o "Daylight Saving Time" (DST) en todo el mundo.

En España, el cambio de hora ha tenido una historia particularmente interesante. A comienzos del siglo XX, el gobierno español decidió sumarse a la hora oficial regida por el meridiano de Greenwich, nombrada como "Greenwich Meridian Time" (GMT). Sin embargo, el mayor de los cambios vino en 1940, cuando el territorio de la península y Baleares entraron a formar parte del horario "GMT+1", pasando a compartir huso horario con Berlín.

La última de las transformaciones del horario español llegó en 1981, cuando se estableció el cambio de hora el último domingo de marzo y el último domingo de septiembre. En 1996, el cambio de hora de verano al de invierno se trasladó al último domingo de octubre.