La comunidad hindú ha puesto fin este domingo a las celebraciones en honor a Ganesh, la deidad con cuerpo de niño y cabeza de elefante, adorada como el dios de la protección y la buena suerte, el que abre caminos y libera obstáculos.
Los actos comenzaron el viernes. Los rezos y cánticos se han prolongado durante estos días hasta hoy, jornada en la que se ha celebrado una procesión terrestre y marítima que ha concluido con la inmersión de la imagen en aguas del puerto.
La figura del Ganesh ha procesionado por las calles del centro hasta llegar a la Iglesia de África donde se ha vivido uno de los momentos más emotivos del recorrido. La imagen ha sido recibida por el Coro de la Hermandad del Rocío que le ha interpretado una salve y varias sevillanas. Posteriormente, en señal de respeto la procesión se ha dirigido hasta el Puente Cristo para continuar hacia el Muelle de España. Allí Ganesh ha sido embarcado para cumplir con el ceremonial de su inmersión en las aguas del puerto. De esta manera la comunidad hindú devuelve a Ganesh a su estado natural y pone fin a una festividad que se ha prolongado durante tres días.
Los actos fueron instituidos en Ceuta hace apenas trece años por la familia de Premi Mirchandani, vicepresidente de la Comunidad Hindú. Las ceremonias tenían inicialmente un carácter fundamentalmente doméstico hasta que, debido a la gran cantidad de personas que los actos llegaron a convocar, se decidió trasladar las ceremonias al templo hindú.
Ganesh representa la felicidad, la sabiduría y la fortaleza para ahuyentar los problemas de todo tipo en la vida. Además es patrono de las artes y las ciencias. Hijo de otros dos dioses, Shiva y Parvati, simple guardián de Parvati, según otra leyenda, en lo que coinciden es que Shiva le cortó la cabeza y después para compensar su falta y la enorme tristeza de Parvati le colocó la primera cabeza de un ser vivo con la que se cruzó, un elefante, de ahí su forma.
