En la era digital, las redes sociales se han entrelazado con la cotidianidad de nuestras vidas. Plataformas como Facebook, Instagram y Twitter se han convertido en diarios públicos donde compartimos desde pensamientos hasta momentos significativos. A pesar de la sombra de las "fake news" y el uso indebido en ocasiones, las redes han demostrado su valía al ofrecer más que solo interacción social; son también un puente hacia oportunidades, como encontrar empleo o reconectar con el pasado.
En Ceuta, la comunidad virtual ha encontrado un nicho especial en Facebook. Grupos de compra-venta y foros de discusión florecen, pero uno en particular destaca: «¿Hiciste la mili en Ceuta?». Fundado por Manolo Coronado, este grupo ha reunido a más de 4.000 miembros, todos unidos por un hilo común: su tiempo en el servicio militar en la ciudad autónoma. Aquí, los recuerdos fluyen libremente, acompañados de fotografías y anécdotas de aquellos días.
El grupo no solo sirve como un archivo viviente de experiencias personales, sino también como un homenaje a la Ceuta de antaño. Los miembros evocan imágenes de bares y cafés ya desaparecidos, como el emblemático “Café Bar Las Dos H”, donde las cartas y el parchís eran la orden del día.
Uno de los recuerdos más compartidos es el del bar Don Juan, famoso por sus bocadillos de tortilla con mahonesa, un sabor que parece resistir el paso del tiempo en la memoria colectiva. Este grupo de Facebook se ha convertido en un punto de encuentro para la nostalgia, un lugar donde los ceutíes pueden sumergirse en la historia de su ciudad y compartir vivencias de una época que marcó sus vidas.
Los más nostálgicos también recuerdan la vida social y nocturna de aquella época .Pubs como La Bogoteca, el If y el Chaplin, cada uno con su propia clientela y ambiente, también son recordados con cariño.
Para aquellos interesados en revivir esos momentos o descubrir la Ceuta del pasado, unirse es sencillo. Basta con buscar «¿Hiciste la mili en Ceuta?» en Facebook y solicitar acceso al grupo. Una vez dentro, los miembros pueden participar en la conversación, compartiendo sus propias historias y manteniendo viva la llama de la nostalgia ceutí.
