La aceptación en el interior del Santuario de la Patrona de Ceuta de miembros de la “comunidad hindú portando imágenes de una de las divinidades por ellos venerada ha estado mal y es un hecho reprobable, que no se debió consentir”·, dice el obispo a través de un comunicado
Sornoza, prosigue la misiva, ha expresado su profundo dolor por este hecho lamentable “que ha podido causar daño, confusión o escándalo en la comunidad cristiana y, como representante de la Iglesia en Cádiz y Ceuta, pide perdón a todos los que por esta actuación han sido heridos, escandalizados o confundidos en su fe.
La iglesia, en ningún caso, reprueba el amor de los miembros de la comunidad hindú a sus creencias, agradeciendo sus muestras de respeto y reitera “nuestra satisfacción por la cordial relación con ellos y las demás confesiones religiosas de Ceuta, lo que nos obliga a ser cada vez más fieles a nuestra tradición cristiana”.
El vicario de Ceuta y párroco del santuario, Juan José Mateos, debidamente amonestado por permitir estas acciones, ha lamentado los hechos. Reconoce que ha sido un error permitir la entrada de estas imágenes y que no ha pretendido en ningún momento venerar nada fuera nuestro Dios único y verdadero, pues su intención era tan solo la de acoger la muestra de respeto que la comunidad hindú quería hacer a la comunidad cristiana y a la patrona de Ceuta, efectuando una ofrenda floral en el exterior del templo, y no la de celebrar ningún tipo de acto religioso conjunto. Mateos, dice la nota, ha reconocido su error, lamenta el daño que haya podido causar a los fieles y acepta su total responsabilidad, presentando su dimisión, que ha sido aceptada.