Inaugurado el alumbrado del Diwali, una oportunidad para defender la multiculturalidad

El alumbrado está formado por 15 arcos que se distribuirán por la calle Algeciras, Real y Echegaray.

Inauguración del alumbrado del Diwali (C.A.)
photo_camera Inauguración del alumbrado del Diwali (C.A.)

Representantes de la comunidad hindú, acompañados del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y de diputados de todos los grupos de la Asamblea, excepeción hecha de Vox, han participado esta tarde en el alumbrado extraordinario instalado con motivo de la celebración de la festividad del Diwali. La ceremonia se ha celebrado a las ocho de la tarde en la Plaza de los Reyes.

El presidente ceutí ha aprovechado la cita para esgrimir la defensa de la multiculturalidad de la ciudad. “Las festividades de cada una de las cuatro comunidades que integran nuestra sociedad son las fiestas de todos los ceutíes con independencia de la comunidad a la que cada uno pertenezca”, ha subrayado Vivas.

El alumbrado está formado por 15 arcos que se distribuirán por la calle Algeciras (3), Real (8) y Echegaray (3) e incluye una felicitación de la festividad hindú.

Con una potencia de 2.289 watios, la Ciudad ha instalado 34.518 puntos de luz “led”.

 

El origen de la fiesta

La festividad del Diwali celebra el retorno de Ram, la séptima encarnación del dios Vishnu, al reino de Ayodhya tras casi tres lustros de ausencia entre el entusiasmo de su pueblo. Kaikeyi, la segunda mujer del rey Dasaratha, salvó en una ocasión la vida del monarca. Éste, en agradecimiento, le concedió dos deseos con el propósito de que hiciese uso de ellos cuando quisiese.

En el momento en el que Ram, hijo de la primera mujer de Dasaratha, fue elegido como heredero al trono, Kayeki, persuadida por su sirviente Manthra,  resolvió solicitar los dones prometidos por el rey. Kayeki reclamó entonces la sucesión al trono para su hijo Bharata. Inmediatamente, exigió el cumplimiento de su segundo deseo: la deportación de Ram por un periodo de 14 años con el propósito de que Bharata no se sintiera amenazado.

Dasaratha se vio obligado a cumplir sus promesas. Ram aceptó la determinación real y, en compañía de su hermano Lakshman y su esposa, Sita, se encaminó al bosque.

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