María de Eza lleva más de 20 años premiando la labor de la mujer ceutí

En 1996 la Ciudad entrega el primer galardón a Carmen Isardas. Veinte años después el trabajo de las mujeres ceutíes sigue siendo reconocido. En esta edición, Hilda Castro, presidenta de la Asociación de Mujeres Mastectomizadas, recibirá el María de Eza en un acto que se celebrará el próximo 8 de marzo coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. 

nona algualcil vivas eza
photo_camera La matrona Nona Alguacil ha sido la última mujer en recibir este premio/ C.A.

El día 8 de marzo es la fecha simbólica en la que se celebran actos reivindicativos respecto de la situación de las mujeres en el mundo.

Hace años, el Centro Asesor de la Mujer de Ceuta se planteó un proyecto novedoso que diera respuesta a una inquietud largamente meditada para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Así surgió el Premio a la Mujer Ceutí del Año, con la intención de distinguir, reforzar e incentivar la labor desarrollada por las mujeres ceutíes en el área educativa, sanitaria, cultural, social, deportiva, empresarial, artística, de investigación, etc.... Y todo ello, con el lema: “porque ninguna labor importante quede en silencio”

Se hizo necesario elegir un nombre para el Premio y éste fue el de Doña María de Eza, primera Gobernadora en la Plaza de Ceuta en el siglo XVI, entre las fechas de febrero de 1548 y julio de 1549, por tanto, mujer singular en aquella época y pionera en los avances de ésta.

La primera de las mujeres galardonadas con este premio fue Carmen Isardas  que en 1996 recogió el María de Eza como presidenta de la Asociación de Amas de Casa de Ceuta.

Al año siguiente la ciudad decidió reconocer a Teresa Roa, fundadora, precursora e impulsora de la Asociación de Mujeres Mastectomizadas.

En 1998 la voluntaria más veterana de Cruz Roja, Gertrudis Rodino, recibió el premio por su gran labor en la promoción de la donación de órganos entre los ceutíes.

Ya en 1999 Ana María Sevillano se llevó el reconocimiento de toda la ciudad por su gran impulso a la asociación de Mujeres Mastectomizadas.

Un año después, por su entrega y dedicación hacia los más desfavorecidos en la Cruz Blanca, Concepción Baena se convierte en la Ceutí del 2000.

En 2001, la compañera Beatriz Palomo, fue reconocida por su amplia y reconocida labor periodística.

Al año siguiente, la que fuera consejera de Economía y Hacienda Susana Román, recibió el Eza por su dedicación a la práctica deportiva de alta competición.

En 2003 Mari Carmen Cerdeira es reconocida por su trayectoria en la política, su entrega y dedicación.

Al año siguiente, el María de Eza tiene una doble vertiente. Por un lado, recae en la persona de Isabel Valriberas, decana del Ilustre Colegio de Abogados, y por otro en María Teresa Alascio, una mención honorífica a título póstumo por sus méritos, su labor profesional y humana.

En 2005, el premio recae de nuevo en dos personas. Carmen Fernández por su amplia trayectoria en la Enseñanza, y a Soraya Mohamed una mención honorífica por su gran labor en el campo de la Ginecología.

Ya en 2006, la Ciudad decide galardonar a África Martínez destacando su iniciativa, dedicación al trabajo y popularidad.

En 2007 la que fuera consejera de Educación hasta hace unos días, Rabea Mohamed, es reconocida por su labor al frente de la asociación de Mujeres Vecinales.

Un año después Francisca Ramírez recibirá el premio por su trayectoria en el ámbito sanitario como matrona y por su especial dedicación en el ámbito de la mujer.

En 2009 y 2010 fueron galardonadas María Antonia Palomo y Carmen Mosquera respectivamente. La primera por su relevancia en la vida social y pública, y la segunda por su trayectoria en el ámbito de la Educación y su dedicación al estudio e investigación de la historia local.

Ya en el 2011 a María Rodríguez se le significará por sus años dedicados a la labor sindical y su trabajo en favor de los más necesitados.

Será en 2012 cuando se premie a la mujer más joven , Lorena Miranda recibe el María de Eza por su trayectoria en el deporte, tanto a nivel nacional como internacional.

Hace cinco años a la doctora Manuela Gómez se le reconoce su trabajo al frente del Colegio de Médicos.

En 2014 la popular Lali Orozco era galardonada por su presencia habitual en la vida social de Ceuta. Ya en 2015 la escultora ceutí Elena Laverón era reconocida con el Eza.

El año pasado la matrona Nona Alguacil recibía el premio por ser la personas que ha traído al mundo a más ceutíes.

En esta edición, Hilda Castro, presidenta de la Asociación de Mujeres Mastectomizadas, recibirá el María de Eza en un acto que se celebrará el próximo 8 de marzo coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer

¿Quién era María de Eza?

Gobernadora de Ceuta (1548-1549) María de Eza, nació a comienzos del siglo XVI. Era hija de Fernando de Miranda y de Catalina de Eza o de Azevedo. Fue heredera de los bienes paternos por la muerte de su hermano, casándose con Alfonso de Noroña, que en 1538 fue nombrado para el gobierno de la Plaza de Ceuta, como III Marqués de Villa Real.

En 1548 sale de Ceuta Alfonso para detentar el Virreinato de la India, dejando a su esposa como Capitana y Gobernadora de la ciudad. El hecho es insólito, pero probado como demuestran los documentos existentes y fechados entre febrero de 1548 y julio de 1549, algunos del propio Monarca Juan III. Independientemente del increíble hecho de que una mujer detentara la máxima autoridad en una ciudad o plaza, en el contexto histórico del s. XVI, hay que reseñar que durante su mandato realizó las tareas inherentes al cargo de Gobernadora de Ceuta, supervisando igualmente las relaciones con el Reino de Marruecos, como de hecho queda constancia en las cartas publicadas en las Fuentes inéditas para la Historia de Marruecos.

Debido a los problemas legales y así como por la relación de singular dama con el resto de las autoridades de la plaza y, más concretamente con los militares, María de Eza hubo de gobernar «en nombre de su esposo», lo cual, presumiblemente, atenuaría el hecho de que el resto de las autoridades masculinas de la ciudad hubieran de rendir pleitesía a una mujer. Si bien es cierto que la vida de esta mujer no es casi en todo desconocida, entre otras razones por la falta de fuentes anteriores al reinado de Felipe II de Castilla –I de Portugal- no lo es menos que, todo lo que ha podido averiguarse, nos habla de una persona singular, pues no se conoce otro caso de una mujer que estuviera al mando de una ciudad portuguesa.