Sabah Ahmed, orgullosa por recibir el 'María de Eza'

'La mujer ceutí del año', empresaria y activista social, se muestra sorprendida por la repercusión que el Premio María de Eza, que le han otorgado, está teniendo
Sabah Ahmed María de Eza
photo_camera Sabah Ahmed, premio María de Eza

La casa de Sabah huele a té recién hecho y como no podía ser de otro modo, ofrece lo que puede a todo aquel lo necesita. Los valores morales de esta mujer empática son su pilar, junto con su familia que la apoya en todo aquello que emprende, por si de algo sabe Sabah es de emprendimiento y empoderamiento

Sabah Ahmed Mohamed, empresaria y activista social, es la ganadora del Premio María de Eza a la mujer ceutí del año. Lo ha conseguido con el voto unánime del jurado, algo que le enorgullece.

Sonríe al ser preguntada por lo que le hace sentir este premio. Lo hace rodeada de ramos de flores, que ha ido recibiendo estos días tras conocerse que era ‘la mujer ceutí del año’. Un premio que, por su repercusión, le ha descubierto lo importante que es en la ciudad. “Qué la gente de la ciudad me felicitara me ha sorprendido. No paro de recibir felicitaciones y me hace sentir muy orgullosa, tanto de mí como de la gente de la ciudad”.

“Hay que fomentar el civismo y educar a nuestros hijos con los mismos valores con los que nos educaron nuestros padres, porque no sabemos si algún día nos vamos a ver en esa situación” comenta Sabah rememorando aquellos días de mayo pasado. Y si hay un cosa que Sabah ha repetido hasta la saciedad que ella no tiene ninguna asociación y que todo lo que ha hecho es gracias a su familia y a muchas personas que le ofrecía lo que podían. “Llegó una señora que me dijo que solo me podía dar cuatro barras de pan y yo pensaba que con ese pan podíamos preparar ocho bocadillos”.

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Los ramos de flores llenan el salón de la mujer ceutí del año

Mientras hablaba, Sabah repasaba mentalmente y con el teléfono móvil en la mano revisando los cientos de fotografías que guarda de aquellos días. Las miraba con cariño mientras ponía nombre a muchos de esos rostros anónimos para casi todos, menos para ella.

Sabah no estuvo ajena a las muchas críticas que recibió por acoger, alimentar y vestir a los que cruzaron el perímetro fronterizo. “¿Quién nos dice que en algún momento no nos vamos a ver en una situación parecida?”. Sabah se emocionaba pero por algo muy distinto a la crisis de mayo de 2021. Uno de sus hijos se ve obligado a cerrar su negocio de comestibles en la Almadraba, por el cierre del perímetro fronterizo, y es sabedora de que su hijo, sus nietos y su nuera tendrán que marchar a la península a empezar de nuevo.

Muy implicada en diferentes facetas sociales a lo largo de toda su vida, desde los años 90 ha ofrecido trabajo a mujeres víctimas de la violencia de género a quienes, además, ha prestado asistencia y cobijo.

En su vigésimo séptima edición, el galardón ha querido reconocer la intensa labor social y humanitaria de Sabah Ahmed, especialmente durante la pandemia de la COVID-19 y, posteriormente, en los difíciles acontecimientos vividos los pasados días 17 y 18 de mayo, cuando contribuyó intensamente en la atención de la emergencia.

Un premio a la empatía, a los valores y a la humildad del ‘María de Eza’ de este año.