Los vecinos de Alcalá del Valle están viviendo un infierno desde que el pasado martes operarios de Obimace acompañados de agentes de la Policía Local cerraran definitivamente al tráfico rodado el único acceso que tiene la barriada, por peligro de desprendimiento del talud.
Lo que en principio fue una llamada de los vecinos con el único propósito de adecentar la carretera de entrada por encontrarse en mal estado se ha convertido en un "encierro involuntario" ya que los afectados solo pueden llegar hasta sus viviendas a pie, con el esfuerzo que ello conlleva debido a la gran pendiente que hay que superar hasta llegar al destino final. Más aún cuando vas cargado con bolsas. Ceuta Actualidad ha estado allí y ha podido presenciarlo.
Los vecinos temen ahora que, con la instalación de los bolardos, los servicios de emergencias, bomberos, ambulancias o policía, no puedan llegar si son demandados en el barrio. Estas personas quieren dejar claro que no se oponen al cierre porque saben que la Ciudad lo hace por su seguridad pero "no nos pueden dejar aislados, somos personas no animales", manifiesta uno de los afectados.
"Lo único que pedimos es que nos habiliten otro camino para poder entrar y salir con coche mientras las obras persistan". Los afectados hablan de dos alternativas que no han sido tenidas en cuenta por el responsable de los trabajos que ahora se van a realizar.
Los vecinos están muy descontentos ya que aseguran que nadie se ha puesto en contacto con ellos para explicarles lo que iba a suceder. La impotencia es tal que dudan incluso de la capacidad profesional del consejero de Fomento, Néstor García, al que responsabilizan de lo sucedido. "No tiene entidad moral ni ética para ostentar ese puesto de trabajo".
Desde Alcalá del Valle exigen una solución inmediata al problema. De lo contrario, anuncian que van a interponer una querella criminal contra el consejero al que piden que dimita, "porque usted nos ha encerrado, estamos vendidos por su culpa".
¿Qué opina la Ciudad?
La Ciudad ha anunciado que se hará cargo de la ejecución de la obra de consolidación del talud de Alcalá del Valle de forma subsidiaria y ha pedido a los vecinos que propongan accesos alternativos mientras continúa cerrada al tráfico la calle Alcalá del Valle. Según un informe de la Consejería de Fomento, las obras tendrían un plazo de ejecución de tres meses y tendrían un presupuesto de 262.536,37 euros. Cuantía que, en opinión de la Ciudad, le corresponde desembolsar al propietario de los terrenos, el ministerio de Defensa.
Mientras la Ciudad continúa con el procedimiento de ejecución subsidiaria, algo que dice, “lleva sus tiempos y plazos” aunque no especifica cuáles son estos, se ha cortado al tráfico la calle Alcalá del Valle. La Ciudad ha afirmado que es una medida “cautelar dictada, adoptada y aplicada por esa área por una cuestión de seguridad hasta que se actúe sobre el talud de la zona”.
