"Las vidas son continuos cambios, algo que escapa a nuestro control, pero que queremos controlar" así comenzaba la charla de Izaskun, que vinculó esos cambios con su experiencia profesional en ámbito político. "La neurociencia dice que cada 30 segundos estamos sintiendo emociones diferentes" y con ese precepto y el tsunami que "arrasó mi vida" por circunstancias personales, con un burnout (quemarse por el trabajo), un divorcio y una rodilla rota, "me hizo replantearme muchas cosas". Con estas bases comenzaba el viaje al encuentro de las emociones.
Según la ingeniería emocional, las emociones son energía que se produce en nuestra cuerpo, por eso energía no se controla, "se gestiona y las hay, pero no son ni buenas ni malas. Lo que hay son emociones auténticas o falsas". Pero, ¿Cuántas emociones hay? "Auténticas, 6, el resto son disfuncionales" relataba Izaskun. Plenitud, vínculos, estatus personal, justicia, aprendizaje y desarrollo y seguridad, que en energía emocional se denominan "principales necesidades/motivaciones".
Y en la cúspide, en la plenitud, que es donde se encuentra la felicidad. Porque el bienestar emocional y mental se liga a las seis emociones: miedo, tristeza, rabia, orgullo, amor y alegría, las emociones auténticas.
Dentro de las emociones inherentes al ser humano que más ansía está la felicidad, para Bernal (que ya trabaja este aspecto con el equipo de gimnasia rítmica de Ceuta) la felicidad “es un estado emocional que se alcanza, no es una meta”. Izaskun asegura que si se va con la mentalidad de que es “el objetivo a conseguir, pero si utilizas elementos como fármacos o terapias motivaciones al final son un ‘chute’ de energía a tope” pero que funcionan como el azúcar. Provoca unos picos de glucosa para luego caer en picado.
Sin embargo, el método de la inteligencia emocional, “es más un estado que se alcanza después de un proceso”. Bernal, tampoco descarta métodos más tradicionales como las terapias psicológicas o la farmacología, "yo creo que son compatibles" siempre y cuando se tenga conciencia de ello. "Se ha de ser consciente que se va a entrar en un proceso y que no se tienen recursos necesarios para afrontarlo solos" asegura Bernal.
Un camino, un proceso vinculado a la rueda de las emociones, que son energía y que se debe aprender a canalizar.
La sala multiusos de la Biblioteca Pública del Estado Adolfo Suárez se quedó pequeña para escuchar una charla que no sólo fue amena, fue gratificante para todos los que se dieron cita con Izaskun Bernal y fueron al encuentro con sus emociones.
