El último caso conocido de presuntos abusos a menores en un centro educativo de Ceuta tuvo lugar en el colegio Ramón y Cajal en el 2020. Es el único que está pendiente de juicio de los tres detenidos, dos docentes y un conserje, en los últimos cinco años, por esta clase de delitos en colegios.
El primer caso se conoció en 2017. Un exprofesor ya jubilado del colegio San Agustín, don Alberto, fue detenido, puesto en libertad provisional a la espera de juicio y juzgado el pasado mes de enero. Todavía, tres meses después, se espera el fallo de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta. Para este profesor jubilado se piden hasta 66 años de cárcel por varios delitos sobre un menor de edad. Ha sido uno de los juicios estrella de los últimos tiempos en la ciudad por tratarse de un docente en un centro religioso y el acusado una persona muy conocida entre los estudiantes y en la ciudad. Ahora mismo no hay previsiones de cuánto tiempo puede tardar la sentencia contra A.D.B.
En el segundo caso, la detención se produjo en 2018 y el juicio en el 2020. El conserje del Lope de Vega, extrabajador de los Planes de Empleo fue condenado a 42 años de prisión por abusar de doce niñas de entre seis y diez años de edad. Actualmente cumple condena. El Gobierno de Ceuta y el Ministerio de Educación fueron declarados responsables civiles subsidiarios y la medida fue indemnizar a las víctimas por daños morales. Aún no se comprende cómo para trabajar con niños en centros educativos no se estudiaba el perfil de estas personas o si tenían antecedentes penales por la comisión de delitos similares.
Y en 2020 nos encontramos con el tercer caso, todavía no juzgado. La vista se celebrará los días 7 y 8 de junio, dos días por el número de testigos que tendrán que pasar por la sala. El procesado es un docente, que carece de antecedentes, en su condición de maestro de Educación Física en el Centro de Educación Infantil y Primaria Ramón y Cajal. Este educador llevo a una alumna de 4 años a una habitación reservada que se encontraba en un lugar alejado del centro donde procedió a realizarle tocamientos en partes íntimas y besos en la boca, según la calificación del fiscal que le pide 15 años de prisión. El acusado, para que la niña no dijera nada, le cortó un mechón del cabello y le amenazó con contarle todo el cabello si revelaba lo ocurrido. Estuvo en prisión provisional hasta marzo de 2020, solo unos pocos días.
Fiscalía pide 15 años de cárcel para el profesor, la prohibición de acercarse a la víctima a una distancia inferior a 100 metros, de su domicilio o lugares que frecuente por un tiempo superior en 10 años a la pena de prisión que se le imponga También se le pide inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio relacionado con menores de edad por un tiempo superior a cinco años al de la duración de la pena, así como una indemnización de 6.000 euros. Esta calificación solo podría cambiarse tras la celebración del juicio.
Ceuta, por tanto, no se ha librado de este tipo de acusaciones que son muy graves y penosas y suma así a las estadísticas que confirman una tendencia al alza en los últimos años en España y un claro sesgo de género: las víctimas son mayoritariamente de sexo femenino mientras que los agresores son aún más mayoritariamente masculinos.
