El agente de la Guardia Civil detenido el pasado viernes en una operación antidroga ha abandonado en el centro penitenciario de Fuerte Mendizábal y ha sido trasladado a Sevilla, una de las cuatro cárceles del país con módulos específicos para agentes de policía, guardias civiles o funcionarios de prisiones. El guardia civil está acusado de la presunta comisión de los delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública.
El pasado lunes, la titular del Juzgado de Instrucción número 6 dictaba una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza y este miércoles se ordenado su traslado.
Agentes de policía, guardias civiles o funcionarios de prisiones que decidieron dejar de velar por los ciudadano y pasarse al bando contrario, cuando se ordena su ingreso en prisión son presos para los que sólo existen las instalaciones de Madrid II, Castellón, Sevilla y Logroño. En Sevilla recluye a los agentes de la autoridad a los que un juzgado decreta auto de prisión de la zona sur del país que han sido condenados a pena de cárcel. En cuanto a las actividades por las que cumplen condena, en la mayoría de los casos se trata de delitos contra la salud pública o delitos de violencia doméstica, según las últimas estadísticas publicadas.
De los cinco detenidos durante la intervención policial, solo uno a conseguido eludir la prisión, a la espera de formalizar la fianza impuesta por la juez. Los tres primeros detenidos en la operación, desarrollada por la Guardia Civil, fueron arrestados durante el dispositivo activado el pasado viernes en El Príncipe y Huerta Téllez. Los agentes practicaron al menos tres registros domiciliarios, uno de ellos en la vivienda del agente arrestado.
