El 15 de abril del pasado año se produce un incidente en la zona fronteriza. Tras una discusión, Ahmed M.A., de 58 años, recibe varias puñaladas por parte de Kamal O., de algo menos de 30. Las principales lesiones las recibe en el rostro, concretamente en la parte izquierda de la cara ha perdido la sensibilidad como consecuencia de lesiones en el nervio facial-, así como en el codo y antebrazo izquierdos y en la espalda.
El hombre comparecía ayer hundido en las dependencias judiciales y quería que todo el procedimiento acabara cuanto antes.
Y así fue. Tras negociaciones previas, el preso, custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, se conforma con las penas que pactan fiscalía y defensa, en el marco del Procedimiento Abreviado 49/2014.
No tuvo que entrar siquiera en la sala la víctima, así como tampoco los seis policías nacionales que estaban citados a comparecer y el perito forense que evaluó en su momento las heridas sufridas.
Por tanto, en sentencia firme dictada in voce, esto es de viva voz, por el presidente del alto tribunal, el magistrado Fernando Tesón, no recurrible por decisión de las partes concurrentes, se ha condenado a tres años y seis meses de prisión al acusado. También tendrá que responder a una inhabilitación especial para el sufragio pasivo, y a una orden de alejamiento del domicilio, trabajo y en cualquier lugar en el que se encuentre la víctima por espacio de diez años. No se le puede ver a menos de 100 metros de esta persona.
Tampoco podrá comunicarse con él, por cualquier medio, en el mismo periodo de tiempo, y deberá indemnizarle con 5.706,82 euros más cubrir las costas procesales. El acusado se declaró insolvente, por lo que se le investigará su patrimonio y si es cierto que no puede responder económicamente a la sanción impuesta por el tribunal compuesto por tres magistrados, deberá asumir una responsabilidad civil subsidiaria, que normalmente se cumple con cárcel.
La víctima, momentos antes de la vista oral, comentaba que no entendía cómo una persona que cuenta con numerosos antecedentes penales y con órdenes de expulsión del territorio nacional se encontraba en Ceuta. En todo caso, lo que quería es que terminara ya el procedimiento.
