suceso con una porteadora en la frontera

La UFP desmiente alguna información emitida y defiende la actuación de sus compañeros

El sindicato mayoritario de la policía ha querido dejar claro lo que ocurrió la semana pasada en la frontera de El Tarajal, la cual permaneció cerrada unas horas debido a un incidente con una porteadora embarazada. 

frontera aduana RECORTADA
photo_camera La UFP desmiente alguna información emitida y defiende la actuación de sus compañeros / ARCHIVO /C.A.

La Unión Federal de Policía (UFP), sindicato mayoritario en Ceuta, ha querido dejar claro lo que ocurrió la semana pasada en la frontera de El Tarajal, la cual permaneció cerrada debido a un incidente con una porteadora supuestamente embarazada. 

"Queremos mostrar nuestro más profundo malestar y desmentir tajantemente las declaraciones publicadas por el periódico El Faro, dando a conocer la verdad y aclarar paso por paso lo sucedido, ya que lo publicado hasta el momento en la prensa  se aleja sin lugar a dudas de la realidad de los hechos", de esta manera comienza el sindicato el escrito remitido.

Según la información facilitada por la UFP, Khadija Homrani intentó su entrada en Ceuta sobre las 17:15 horas del jueves 8 de septiembre en un vehículo, acompañada de con sus 2 hijos menores, con edades comprendidas entre 1 y 5 años. Al ser reconocida  como porteadora habitual y detectada por el agente que se encontraba en el Puente Internacional, es rechazada su entrada en territorio  nacional, al no ser las horas habilitadas a tales efectos para este tipo de personas.

En el momento de ser rechazada en el Puente Internacional, continúa exponiendo el sindicato, Khadija aparca el vehículo en zona marroquí y regresa al puesto fronterizo acompañada de sus hijos menores para recriminar e insultar al agente actuante, quedándose en las proximidades sin abandonar el lugar.

Momentos después y al percatarse de que el funcionario que le había denegado la entrada  había efectuado el relevo, dice la UFP, intenta nuevamente su entrada con el vehículo, acompañada de  sus hijos menores. En este segundo intento la mujer es nuevamente detectada por compañeros que habían presenciado lo sucedido anteriormente y se procede a efectuarle en las dependencias policiales una denegación de entrada, por alterar el orden público, proceso administrativo totalmente regulado y contemplado en el acuerdo de fronteras Shengen.

Mientras se realizaba la gestión esta señora abandona el vehículo obstaculizando uno de los carriles de entrada para, acompañada de sus hijos menores, increpar e insultar a gritos nuevamente al agente que se encontraba prestando servicio en uno de los filtros de control, expone el sindicato mayoritario de la policía.

Una vez se le devuelve la documentación, Khadija al ver la denegación de entrada, recorre unos pocos metros en dirección al país vecino y decide sentarse junto al vehículo. Minutos más tarde, y coincidiendo con la llegada del marido, por motivos de seguridad y para evitar colapsos se le exige a éste la retirada del vehículo de la zona de seguridad, permaneciendo ella sentada en mismo lugar, esta vez con sus 3 hijos menores.

Pasados unos minutos, y aconsejada al parecer por otras personas, decide lamentablemente tumbarse en el suelo y empezar a gritar, exigiendo el traslado al Hospital Universitario de Ceuta y asegurando que estaba embarazada y que la policía le había pegado, "todo esto mientras ella misma se  presionaba con los dedos la barriga en repetidas ocasiones, como puede verse claramente en las grabaciones de las cámaras de seguridad del puesto fronterizo". 

Los policías actuantes, continúa la versión de la UFP, se ponen en contacto con  agentes del país vecino, los cuales proceden a dar aviso al servicio de urgencias marroquí, aunque una vez personada  la ambulancia, cambian de idea impidiéndole el paso. "Y no al revés como desde el desconocimiento aseguran en el periódico el Faro de Ceuta".

Con el fin de evitar situaciones de riesgo para los menores que permanecían jugando entre las filas de vehículos, y tras numerosos intentos por parte de casi todos los compañeros que se encontraban de servicio de convencerla para que se levantara y desistiera de su actitud, con resultado negativo, sobre las 19.15 horas se procede a cortar el tráfico para salvaguardar la seguridad de los menores que ante la impasible mirada de su madre jugaban entre los coches.

Transcurridas no más de una hora y media, sobre las 20.30 horas se decide "muy acertadamente" a vallar la zona donde se encontraba esta mujer y sus hijos menores para protegerlos del tráfico rodado y poder restablecer el mismo por otros carriles. "En ningún momento se mantuvo cerrada la frontera durante 4 horas como erróneamente aseguran algunos medios de comunicación. Sobre las 22:00 aproximadamente y tras numerosos intentos de negociación, se logra convencer a la misma de que su actitud no es la adecuada y le perjudica para poder seguir dedicándose a portear, siendo éste su principal medio de ingreso y sustento".

A parecer, este argumento consiguió el efecto deseado y la mujer se levantó y abandonó el lugar. 

A la mañana siguiente, relata la UFP, y sin haberse producido ningún otro incidente, es cuando la mujer se desplaza al juzgado a interponer una denuncia "totalmente falsa", llegando a afirmar que se le había golpeado en la barriga e incluso haber perdido liquido amniótico. "Denuncia de la cual se hacen eco algunos medios de comunicación, sin ni siquiera contrastar la información, atentando gravemente contra el honor y la  imagen de la Policía Nacional y desinformando a la ciudadanía".

La UFP quiere destacar la "grandísima" labor que realizan nuestros compañeros destinados en la frontera de El Tarajal, "felicitándoles y destacando que incluso con una acuciante falta de personal y material y unas instalaciones nefastas, hacen gala de una gran profesionalidad consiguiendo controlar a las miles de personas que diariamente cruzan la frontera en ambos sentidos", concluye el escrito del sindicato.