El asesinato en octubre de 2014 de Juan de la Peña en el interior de su peluquería en la calle Marqués de Santa Cruz ha sido uno de los casos que más ha conmocionado a Ceuta y aún sigue abierto, pero no porque no se haya resuelto, si no porque los sospechosos se encuentran en Marruecos.
Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) identificaron a los presuntos autores en apenas unos días, pero ya se habían marchado al país vecino a través de la frontera.
La hija del peluquero aseguró al año siguiente haber visto a uno de los asesinos de su padre paseando por la Feria. Avisó rápidamente a la policía pero de nuevo desapareció.
La Policía Nacional solicitó, vía judicial, una comisión rogatoria a la autoridad judicial para poner en marcha una orden de busca y captura a nivel internacional contra los sospechosos, porque se sabe que los presuntos autores de esa muerte violenta se encuentran huidos en Marruecos.
Con esta comisión rogatoria estos presuntos asesinos podrían ser detenidos por la policía marroquí y ser condenados en el país vecino, pero también se les puede detener y ser entregados a la Policía Nacional, para que sean juzgados en España.
Cinco años después, en febrero de 2019, desaparecía la joven Vanesa Martín, salió por la tarde a comprar al supermercado y nunca más volvió. A la semana siguiente su cuerpo fue encontrado calcinado cerca de su casa en Juan XXIII, en el interior de una estructura militar.
Hubo varias identificaciones y detenciones, todas ellas de personas que pudieron tener algún contacto con Vanesa en los momentos previos a su muerte y que, de hecho, estuvieron en la cueva en donde ocurrió todo. En todos los casos fueron puestos en libertad aunque con cargos después de haber prestado declaración en sede judicial.
La Policía Nacional nunca dio con el principal sospechoso aunque estaba plenamente identificado. Sin embargo, todo apunta que huyó a Marruecos, sobre él también existe una orden de detención que a día de hoy permanece activa.
Las familias de Juan y Vanesa siguen pidiendo en silencio que se haga justicia. Unos crímenes sin resolver pero que siguen consternando a los ceutíes cuando se recuerdan.
