Una noche tranquila de verano se ha convertido en una pesadilla para los clientes de dos establecimientos que se encuentran entre la Plaza de la Constitución y el Paseo de las Palmeras.
En cuestión de minutos las personas que estaban tranquilamente sentadas en las terrazas han comenzado a ver una lluvia de piedras dirigiéndose a ellos. Los clientes asustados han comenzado a correr y se han refugiado en el interior de los establecimientos.
Cuando han podido darse cuenta de lo que pasaba han visto a varios menores migrantes que se estaban peleando entre ellos lanzándose bloques de piedras de la obra que están realizando en esa zona. Una pelea en la que no les importaba a quién les daban las piedras.
Afortunadamente no hay que lamentar daños personales.