Entrevista

David Pareja: "Los chapoteos parecían otra cosa, esa playa tiene rocas y hay que conocerla"

David Pareja, 2º capataz de la Virgen del Carmen de La Almadraba, se convirtió en un héroe el pasado 16 de julio cuando rescató a una niña que cayó desde muelle durante la entrada en las aguas de la Reina de los Mares. Pareja cuenta a Ceuta Actualidad su experiencia. 

David Pareja Rosua lleva desde que tenía seis años vinculado a la Asociación de la Virgen del Carmen de la Almadraba. El pasado día 16 de julio vivió un momento que seguro no olvidará en muchos años. Este ceutí, criado en el barrio de las Carmelitas, salvó la vida de una niña que cayó al muelle durante la entrada en las aguas de la Reina de los Mares.

David Pareja Rosua, funcionario, cofrade, carnavalero y devoto de la Virgen del Carmen, ¿cuál es tu vínculo con la Virgen del Carmen?

Mi padre veraneaba en el Chorrillo, en la Almadraba, en la “ playiya “ como se le conoce a donde entra la Virgen del Carmen y siempre con José de Marco en su “volaera “, y conociendo a leyendas de la Almadraba como Melchor León, “malos pelos“, Ramón de la Cruz o Juan Damián, .

Tu padre que es el referente en la procesión de la Almadraba, ¿Cómo llega a ser capataz?

Mi padre se le considera como el Hermano Mayor, porque desde que llega no podía ir en la parihuela, por su envergadura  y tenía que ir delante, lleva así 54 años. 

¿Es la Virgen de la Almadraba algo “imposible “ para alguien que no sea de los barrios, es decir de Juan XXIII, Doce de Diciembre, Almadraba o Miramar?

La Virgen la puede coger cualquiera, todo el mundo salvo la salida y ahí se respeta la antigüedad. José de Marco y Melchor León van siempre los primeros porque llevan lo mismo que mi padre otros 54 años y eso es innegociable. La llevan hasta el agua, ahora bien una vez que salen ya la puede coger todo el mundo, sin distinción de raza, credo, sexo y si no es del barrio como se dice que es una cosa de aquí. 

Este año has vivido este día tan especial con un suceso que no olvidarás durante mucho tiempo. 

No sé si fue suerte o de formación profesional,porque se suma de todo, los que somos de esta zona o hemos jugado y nos hemos bañado en esta playa sabemos del peligro. Era marea baja y hay tres rocas peligrosas bajo el puente, los chavales estaban saltando de cabeza y yo me giraba para mirar cuando de repente veo a la niña caer y la intentan agarrar de los pelos, toda esa secuencia me sorprendía y la Virgen entrando en el agua con los vítores, vivas y emociones. 

Como seguía pendiente de los saltos de los jóvenes desde el muelle, ya me percaté que la niña tenía dificultades y no salía remontando el agua. Ten en cuenta que mi labor en la procesión es la de “marcar la profundidad del agua“. Junto con Eduardo mi padre, somos los más altos y marco el punto fijo hasta donde pueden llegar con la Virgen y no sufrir un percance de hundirse la procesión, de ahí llega el instante de acercar los bebés hasta la Patrona como una especia de bautizo y es muy difícil estar pendiente de todo en ese instante. 

Los chapoteos parecían otra cosa, cabe recordar que esa zona la conocemos como marea llana y hay remolinos que podrían haber sido peor la cosa. Esa zona del muelle hay que conocerla. 

¿Cuándo te das cuenta de la repercusión del rescate de la niña?

Al día siguiente, me gusta pasear y relajarme por la zona. Iba paseando con la familia y los vecinos de Juan XXIII me paraban, el hijo de Eduardo, risas porque mi padre es el más famoso de la Almadraba por su liderazgo, y decían el que ha salvado a la niña, y no paraban de felicitarme a cada paso por la zona del Chorrillo, también ya las redes sociales, el instagram se fueron haciendo eco. 

¿Has participado en más procesiones aparte de la de la Virgen del Carmen?

He salido en Semana Santa con la Virgen de la Amargura, mi padre salía desfilando con el paso de palio y mi madre es “maquetera“ desde hace 40 años, una labor discreta porque va como los nazarenos sujetando las guías de los respiraderos. Yo siempre iba de nazareno hasta que di el paso para costalero. También he ido de capataz del Cristo de la Encrucijada cuando iba a hombros que bajo mi punto de vista es de una talla e impresión incalculable verlo salir a hombros. 

En Málaga, donde estoy destinado, he salido en la procesión de “El Rico“ como también lo hizo mi padre en sus tiempos.