El Partido Democrático y Social, liderado por Tarek Mizzian, ha salido hoy a la palestra motivado por el caos en la frontera y por su convencimiento de que el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, "miente a los ceutíes porque no existe ni comunicación ni coordinación política con sus homólogos marroquíes, quienes no saben ni el nombre del delegado de Ceuta. Los mismos circunscriben las relaciones a algunas llamadas telefónicas puntuales a algún responsable fronterizo", explica Mizzian.
En opinión del partido localista la política en la frontera "ha llevado a nuestro tejido comercial-empresarial a su desarme en su totalidad tanto en los polígonos de las naves de El Tarajal como en el conjunto de los negocios que dependen de clientes provenientes del vecinos país".
Para el PDSC las medidas tomadas por Cucurull son "cancerígenas contra el entramado del tejido comercial-empresarial en su totalidad, el cual se encuentra en peligro de muerte por la nefasta gestión en connivencia con el presidente de los ceutíes, Juan Vivas". A este último, Mizzian le acusa de "dar la espalda a comerciantes y empresarios", además de "ni tan siquiera querer recibir en su despacho para atender a los empresarios de las naves de El Tarajal".