Un juez perdona una deuda de casi 275.000 euros a una pareja tras más de 20 años en situación de insolvencia

El matrimonio tomó la drástica decisión de dejar de abonar las cuotas de los créditos y destinar la totalidad de sus ingresos al sustento familiar

juzgado-1
photo_camera Sede del Palacio de Justicia (C.A./ARCHIVO)

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Ceuta ha perdonado una deuda de 274.686,72 euros a un matrimonio vecino de la ciudad, B. E. V. J. y J. G. A., que arrastraba desde hacía más de veinte años una situación de insolvencia, según informa el despacho  Bergadà Asociados, representantes legales de la pareja. Además de la exoneración, el matrimonio también ha conseguido que le sea rebajada la hipoteca de su vivienda en 34.895,24 euros.

Los hechos se remontan al 2003, cuando el hombre tenía 21 años y ella, con 18, queda embarazada. Tan sólo él trabajaba y de manera eventual, por lo que tras dar a luz se encontraron en una situación precaria. De hecho, tuvieron que residir en diversas viviendas ya que sin un trabajo fijo ni ayuda de familiares no pudieron encontrar un domicilio estable, pues les exigían una nómina fija que ninguno de los dos tenía. Todo ello empezó a generar unos gastos que a largo plazo se volvieron irreversibles.

Ese mismo año, a la madre de la mujer le diagnosticaron una enfermedad grave, que por sus características era imposible tratar en Ceuta por falta de recursos, teniéndose que desplazar a la Península para iniciar el tratamiento. Esto también supuso gastos en desplazamientos, hospedaje, comidas, etcétera que tuvieron que ser sufragados por el matrimonio. Además, falleció el padre de la mujer y tuvieron que asumir sus deudas.

«No nos quedó otra opción que solicitar préstamos y tarjetas para poder comer y subsistir, y, sobre todo, para cubrir los gastos del bebé –recuerda la mujer- De hecho, ese dinero no lo utilizamos para nada relacionado con el ocio».

Los intereses de los créditos solicitados eran cada vez más elevados y los pagos se empezaron a retrasar, lo que también generó una crisis dentro de la pareja. Pese a ello, los dos lograron encontrar un trabajo estable. Esto los animó a comprar una vivienda y un vehículo para poder desplazarse hasta el puesto de trabajo. Pero en 2012, pese a notar una mejoría económica, sufrieron el recorte en la paga extra, necesaria para estar al día de los pagos. Por ello, se le hizo imposible seguir haciendo frente a los créditos y tarjetas solicitadas con anterioridad y tuvieron que volver a refinanciar hasta el llegar al crítico punto de tener la cuenta en negativo todos los meses para hacer frente a los pagos pendientes.

«A la hora de pedir una tarjeta de estas características es muy sencillo, ya que se puede hacer desde el sofá y a través del móvil, pero no te explican que los intereses son elevadísimos y atentan contra las personas más vulnerables», explica la mujer.

Durante estos años también nació su segundo hijo y, paralelamente, las cuotas de la hipoteca fueron subiendo debido a los intereses. El matrimonio tomó la drástica decisión de dejar de abonar las cuotas de los créditos y destinar la totalidad de sus ingresos al sustento familiar, al bienestar de los sus hijos y al pago de la hipoteca.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad