Los socorristas de Marsave, empresa encargada de la vigilancia y el salvamento, llevan un mes y medio realizando su servicio en las diferentes playas de Ceuta.
Durante este tiempo, las asistencias más numerosas tienen que ver con heridas y cortes (206), picadura de medusas (44) , contusiones y cortes (13)
En menor medida están las intervenciones por quemaduras, golpes de calor e insuficiencia respiratoria.
En dos ocasiones los socorristas han tenido que actuar porque un menor se había perdido.
Los traslados al Hospital Universitario han aumentado con respecto al mismo periodo del año pasado. Hasta la fecha se han producido siete traslados.
Los socorristas salvan vidas pero también tienen que enfrentarse a situaciones y experiencias muy duras que tardarán en olvidar. En esta ocasión, desde que comenzara la temporada de baño el pasado 15 de junio, los trabajadores de Marsave han participado en la recuperación del cadáver de un migrante y han rescatado a dos en buen estado.
Más llamadas de atención que asistencias
Lo que vuelve a llamar la atención, como ya ocurriera el año pasado, es que los socorristas se enfrentan a más llamadas de atención a los usuarios que a actuaciones de emergencia.
El aviso más numeroso es a personas por colocarse encima de las redes antimedusas, casi 1.000 llamadas de atención. Seguido muy de cerca están los avisos por saltar desde el puente o las escolleras (686)
Los socorristas también han tenido que regañar a usuarios por estar fuera de la zona de baño, a dueños por llevar perros a la playa, a embarcaciones o a buzos por estar dentro de la zona de baño.
De momento está siendo un verano tranquilo en cuanto a asistencias, muy parecido al vivido el año pasado en este mismo periodo. Los socorristas seguirán prestando este servicio hasta el 15 de septiembre.
