La industria portuaria europea está preocupada por la financiación de instituciones públicas de la UE para el desarrollo de terminales de contenedores en el norte de África, como la segunda terminal de la dársena de Damietta, en Egipto. Estas terminales se convertirán en competidores directos de los puertos del sur de Europa, que se dedican principalmente al transbordo de contenedores.
El presidente del puerto de Algeciras, Gerardo Landaluce, ha pedido a la UE que reconsidere el destino de sus inversiones en puertos de países no comunitarios, en una entrevista con el diario 'El Mercantil'. Landaluce ha defendido que la UE debería apoyar proyectos que mejoren los tráficos Norte-Sur y fomenten un entorno de complementariedad, como el nearshoring o los tráficos Ro-Ro de carga y pasaje, y no plataformas de contenedores que solo sirven para el transbordo.
Una terminal de última generación en Egipto
La nueva terminal de la rada egipcia de Damietta, que entrará en funcionamiento a principios de 2025, tendrá capacidad para manipular 3,3 millones de teus al año. El destinatario del crédito, concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), es el concesionario europeo Damietta Alliance Container Terminals, liderado por el armador alemán Hapag-Lloyd.
Esta terminal competirá con los puertos europeos que se dedican al transbordo de contenedores, como Algeciras, Valencia, Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria, Gioia Tauro, Sines y Malta. Estos puertos han expresado su descontento con estos préstamos públicos a competidores en el norte de África.
Landaluce ha aclarado que no se opone a que la UE invierta en terceros países, especialmente en el Mediterráneo. Al contrario, apoya las iniciativas en el Mare Nostrum, aprovechando la riqueza marítima para potenciar actuaciones de desarrollo en las que todos salgan ganando, como el acortamiento de las cadenas logísticas. Sin embargo, ha criticado que el enfoque de estas instituciones públicas se dirija exclusivamente a impulsar el desarrollo de plataformas de transbordo que compiten con los puertos de la UE, su logística y sus intereses estratégicos.
Un esquema de emisiones que penaliza a los puertos europeos
Además, el apoyo público europeo a la terminal de Damietta ha coincidido con la entrada en vigor del esquema de compra de derechos de emisiones EU ETS, contra el que la industria portuaria continental ha estado luchando, ya que abre la puerta a la fuga de inversiones y de transbordo de contenedores a dársenas de terceros países como la egipcia.
El desarrollo de Nador West Med, que será un competidor directo del puerto de Algeciras, también recibirá financiación por valor de 200 millones de euros por parte del BERD. En su primera fase, que entrará en funcionamiento en 2024, tendrá capacidad para mover tres millones de teus.
Landaluce ha advertido que el mensaje que se está enviando es muy peligroso para atraer inversiones en los puertos europeos. Los puertos europeos, especialmente los del sur, necesitan modernizar sus terminales y, por lo tanto, atraer inversión. Sin embargo, se da la paradoja de que los consorcios europeos, como Hapag-Lloyd en Damietta, Egipto, están adquiriendo más capacidad en el otro extremo estratégico del Mediterráneo.
Landaluce ha insistido en este punto: los europeos están invirtiendo en entornos muy cercanos fuera de la UE, alentando a los operadores a hacer lo mismo, lo que ha abierto un camino muy arriesgado. Si se quiere recurrir a otras opciones de inversión, la UE tendrá que facilitarlo y no levantar barreras de entrada porque, al final, ni unos ni otros invertirán.
