Con el mar en calma, una embarcación encallada en las rocas y sin nadie abordo hace saltar todas las alarmas. Es lo que ha sucedido en la tarde de este jueves en la bahía norte, donde un pequeño barco, de unos cuatro metros de eslora y con matrícula de Barbate, era encontrado abandonado frente al monolito, cerca de la playa de perros.
Efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil han registrado la embarcación y todos los indicios apuntan a que el barco haya sido usado para la entrada ilegal de inmigrantes a Ceuta, tras, posiblemente, ser sustraído.
Según fuentes del Instituto Armado, la embarcación estaba siendo vigilada tras generar sospechas por sus movimientos erráticos en aguas de Ceuta. Las mismas fuentes apuntan a que, ante la estrecha vigilancia de las embarcaciones de la Guardia Civil, los ocupantes han decido varar el barco en las rocas y escapar por tierra.
Las entradas por vía marítima de inmigrantes por la costa en embarcaciones no es una practica habitual en Ceuta pero los traficantes de personas pueden haber cambiado su modus operandi para actuar como ya sucedió el pasado domingo en Melilla, donde una patera con una veintena de migrantes de origen magrebí arribaba a la ensenada de los Galápagos, una playa situada entre las rocas de la ciudadela de Melilla La Vieja, ante la mirada de decenas de bañistas que disfrutaban en ese momento de un baño en la misma.
El piloto situó la zodiac junto a las rocas para dejar su «mercancía» para que, momentos después, llegaran dos embarcaciones de los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, para hacerse cargo de la patera y comenzar la búsqueda de los migrantes.
Las similitudes entre la llegada de inmigrantes a Melilla y la situación que de la embarcación encallada en la bahía norte, son evidentes, una zona de rocas para facilitar el desembarco pero tal vez el desconocimiento de la zona haya llevado al «patrón» a atascarse en el lecho rocoso y verse obligado a abandonar la embarcación.
