El 4 de febrero, en la barriada de Hadú en Ceuta, un incidente violento sacudió la tranquilidad de la tarde. Dos hombres, detenidos en su vehículo en un semáforo, fueron abordados por dos individuos. Tras abrir la puerta del vehículo, el copiloto fue brutalmente agredido, recibiendo múltiples puñetazos, mientras que el piloto logró huir del lugar.
El copiloto fue retenido y golpeado hasta que los atacantes lograron arrebatarle la riñonera que portaba, que contenía su documentación y una gran cantidad de dinero en efectivo. Durante su declaración en la comisaría, el denunciante expresó su temor por su vida, ya que sabía que los atacantes tenían acceso a armas de fuego y no era la primera vez que atentaban contra su integridad y bienes.
La Brigada Provincial de Policía Judicial de Ceuta se hizo cargo de la investigación de estos graves hechos, que involucran a miembros de organizaciones criminales que operan en la ciudad. Se investigó a dos personas, conocidas por su relación con las bandas y el crimen organizado en Ceuta, y con múltiples antecedentes desfavorables.
Tras insertar una búsqueda de detención en las bases de datos policiales, se localizó a uno de los objetivos en un municipio de la provincia de Málaga, y se tramitó su pase a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción de Guardia de esa localidad.
En cuanto al otro individuo investigado, las labores de investigación determinaron que se encontraba escondido en la Ciudad Autónoma. Los integrantes del Grupo de Investigación realizaron vigilancias sobre su domicilio y las zonas por las que solía desplazarse, procediendo a su detención el 22 de febrero.
Con estas dos detenciones, se cierra la Operación Dragón, un importante golpe a las organizaciones criminales que operan en Ceuta.
Ciudadano marroquí detenido en Ceuta por tráfico de drogas internacional
Además, el pasado 28 de febrero, la Policía Nacional de Ceuta llevó a cabo un control documental rutinario a un ciudadano marroquí, como parte de las operaciones habituales de los funcionarios en el puesto fronterizo.
Durante este procedimiento, se descubrió que al individuo le constaba una orden de detención internacional emitida por Francia. Los delitos que se le imputan se remontan a 2022 y están relacionados con el tráfico de drogas.
Las pruebas de ADN vinculan al detenido con un cargamento de 283 kilos de cannabis. Este cargamento estaba alojado en un vehículo con matrícula belga que había partido de España y fue interceptado en Francia.
Tras su detención, el ciudadano marroquí fue trasladado a las dependencias de la Jefatura Superior. Allí, la Brigada Provincial de Policía Judicial se encargó de la tramitación documental necesaria para su posterior puesta a disposición judicial. Este caso pone de manifiesto la importancia de los controles documentales en la lucha contra el tráfico de drogas a nivel internacional.
