Durante los últimos tres días, unidades de la Comandancia General de Ceuta han participado en una serie de ejercicios tácticos con el Batallón de Helicópteros de Maniobra VI (BHELMA VI) del Mando de Canarias del Ejército de Tierra. Efectivos del Regimiento de Ingenieros número 7 y del Tercio han participado en los entrenamientos.
Un equipo de zapadores del Regimiento de Ingenieros, al mando del teniente Santiago Millán De Meer, participó durante la jornada de este miércoles en tres operaciones de embarque, vuelo de aproximadamente cinco minutos y desembarque tanto en la pista de Lastra como en la del Renegado. Este jueves ha sido el turno para el personal del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión.
Ceuta no cuenta con un batallón de helicópteros en la ciudad autónoma, pero “siempre es beneficioso que vengan otras unidades a trabajar con las unidades de Ceuta y así también nosotros nos adiestramos en este tipo de operaciones aeromóviles”, señala el teniente Millán De Meer.
Durante la primera jornada se llevó a cabo instrucción en seco, con el helicóptero sin despegar, para ensayar lo que se iba a hacer el resto de días. “Estuvimos practicando embarques y desembarques”, así como recibiendo instrucciones de la tripulación del Batallón de Helicópteros de Maniobra BHELMA VI. “Explicaron los procedimientos que ellos utilizan para ponerlos en común con nosotros para que el día del ejercicio no hubiese ninguna pega”.
Durante la jornada de este miércoles, el ejercicio consistió en el embarque y desembarque en zonas como La Lastra o la pista del Renegado, localizaciones con cierta particularidad que el piloto tuvo que solventar con habilidad. “Todo aterrizaje también depende de la pericia del piloto. Tanto el campo de tiro de La Lastra como el campo de tiro del Renegado no cuentan con una superficie asfaltada, es tierra, y se levanta polvo y piedras, lo que dificulta la visibilidad del piloto, tanto a la hora de aterrizar como de despegar”, apunta el teniente del RING, que indica que se instruyen en ese tipo de acciones y “lo tenían controlado”.
El balizamiento de la zona para el despegue y el aterrizaje también ha formado parte de la instrucción y, como tal, requiere de planificación. “El marcaje HLZ es donde va a aterrizar el helicóptero, por lo que hay que seguir una serie de instrucciones para facilitar lo máximo posible el aterrizaje al piloto”, afirma el teniente Millán de Meer. Se deben escoger zonas “lo más llanas posibles, siempre teniendo en cuenta que el piloto también decide cómo lo va a hacer para que no dificulte la salida del despegue del helicóptero”.
El entrenamiento con estas aeronaves tiene una complejidad añadida, los decibelios, pero para el teniente Santiago Millán De Meer no han supuesto un problema significativo.
