Del maltrato de la ciudadanía a la okupación: la diagnosis de los BIC en Ceuta

Del estudio encargado por Cultura han derivado nuevos proyectos como la creación de un centro de interpretación de los fortines neomedievales en Piniers

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photo_camera La diagnosis concluye en un abonado de gran parte de los BIC tutelados por el Gobierno local. (ARCIHVO)

Los ceutíes no reconocen la mayoría de sus Bienes de Interés Cultural (BIC), es una de las conclusiones extraídas de la diagnosis encomendada por la Consejería de Cultura para conocer el estado de los BIC tutelados por el Gobierno local. “Es impensable pensar una carrera de coches en la Alhambra”, apuntaba el arqueólogo de la Ciudad, Fernando Villada, a modo símil con una situación que sí ocurre en Ceuta. De la misma forma, que los vecinos llevan a sus mascotas a las Murallas Meriníes (BIC) a que depositen sus excrementos. Un maltrato de la ciudadanía a estos inmuebles protegidos del patrimonio que también se encuentran okupados o abandonados a su suerte.

Villada, que ha sido el encargado de realizar este estudio, apunta como soluciones inmediatas la identificación, “conocer cuáles son y señalizarlos”. Realizar una actuación periódica preventiva que incluya la limpieza e iluminación, “como beneficio que va a repercutir a la larga”.

De la misma forma, se propone buscar una salida a aquellas familias que okupan algunos de estos inmuebles, para que posteriormente se puedan poner en valor. Así como una vigilancia y protección de los mismos.

De entre todos los bienes estudiados y analizados se presentan situaciones de emergencia, como el garitón de Santa Catalina, donde se ha encomendado una actuación inmediata para evitar su pérdida.

Las patologías de todos ellos son diversas y variadas, pero entre todo este estudio que se ha dilatado casi dos años, también se extraen estrategias y proyecciones a futuro, como es la de crear un centro de interpretación de las Murallas Meriníes en el fuerte de Piniers. Un proyecto que ya ha sido licitado y recogido en el presupuesto del próximo ejercicio, que será financiado a través de los fondos europeos.
 

A un plazo medio también deja el estudio la necesidad de crear un plan de estratégico de intervención y que, a su vez, se encuentre coordinado con otros planes de la misma naturaleza. “Si queremos impulsar el turismo es necesario crear un engranaje entre diferentes planes”, apuntaba Villada. No obstante, se trata de un plan de mayores dimensiones que para una primera redacción básica se le calcula una dilatación de, al menos, dos años.