El Bravo que posa sonriente junto a Piku Sunderdas no es el candidato del Partido Popular al Congreso sino el atildado compañero de Carmen Sevilla en el Telecupón que, emergiendo de entre las brumas del pasado, luce impecable en el perfil de Facebook de Ciudadanos.
Sin entrar en consideraciones acerca de los réditos electorales que pueda llegar a ofrecer la utilización de la imagen de Agustín Bravo, lo cierto es que la simplificación de las imágenes y mensajes inherente a toda campaña resulta más notoria, si cabe, en las redes sociales.
El Partido Popular de Ceuta es, con cierta ventaja, la formación más aplicada en el uso de Facebook como herramienta de persuasión electoral. Los populares inauguraron a comienzo de la campaña la práctica de insertar mensajes dirigidos al electorado ceutí por sus líderes nacionales: Rafael Hernando, Núñez Feijoo, Javier Arenas… Tras ellos, emergieron en los perfiles de sus adversarios los vídeos de Pedro Sánchez, reclamando el voto a indecisos y abstencionistas, Juan Carlos Monedero, compartiendo la preocupación de su partido por el futuro de Ceuta y Melilla, o Inés Arrimadas, saludando confianzudamente al candidato ceutí de Ciudadanos.
Los populares no han renunciado a ningún recurso disponible para alimentar su campaña cibernética. Junto a los mensajes electorales de sus candidatos, su perfil de Facebook entrevera referencias a obras públicas programadas o ejecutadas por el Gobierno de la Ciudad o entrevistas con responsables de los servicios de la Administración Central en las que celebran los logros de su gestión.
El caso del PSOE es bien distinto. Con un perfil de Facebook más anodino que el de sus adversarios populares, los socialistas cubren su presencia en la red fundamentalmente con los contenidos publicados en prensa. De este modo, la campaña virtual de los socialistas no es sino un mero reflejo de la constancia que los medios de comunicación dejan de las manifestaciones de sus candidatos y sus convocatorias. Así, la figura del candidato al Senado, Justino Lara, adquiere mayor presencia que la de la aspirante a un escaño en el Congreso, Susana Pulido, tal y como ha sucedido sobre todo durante los últimos días de campaña en la planificación de las comparecencias públicas de los socialistas.
Lo que no escasea en los perfiles de los partidos son los vídeos de propaganda que, tomados de las campañas nacionales, tienen también su reflejo en las redes locales. Los socialistas, con el colofón del lema “El futuro de un país no se vende por catálogo”, arremete contra el programa electoral de Unidos Podemos, estrategia que comparte con los populares. “Sólo con sonrisas no se puede hacer funcionar un país” es el reclamo del vídeo del PP, una clara alusión a los reclamos de campaña del partido de Iglesias.
Los dirigentes de la formación morada prefieren lanzar sus dardos contra el PSOE en su vídeo “Nunca es tarde para cambiar", una alegoría protagonizada por un anciano que encarna a los votantes socialistas desencantados.
Ciudadanos, menos escrupuloso a la hora de discriminar adversarios, recurre a un vídeo titulado “Los héroes anónimos” para repartir críticas entre todas y cada una del resto de candidaturas.
