VOX concurre a las Elecciones Generales del próximo 23 de julio compitiendo, por primera, vez por los dos asientos que corresponden a Ceuta en el Senado. En una de las decisiones, quizás, más inexplicables de la formación hasta la fecha, hace 4 años, en 2019, optaron por no presentar a dos candidatos sino sólo uno, dejando la otra equis, que hay que marcar en la papeleta con opciones, para otras formaciones de derecha como Ciudadanos o PP, lo que a la postre posibilitaría que David Muñoz Arbona ganara un escaño en el descuento del recuento. En esta ocasión, Carlos Verdejo aspira a acompañar a su compañera Yolanda Merelo en la Cámara Alta durante los próximos 4 años. Merelo defiende su escaño en estas elecciones.
Y el cambio en esa decisión de competir por dos o por un asiento, han explicado que se debe todo en realidad a “una directriz nacional que teníamos que asumir en ese momento”, en referencia a dejar un escaño sin cubrir, en palabras de Carlos Verdejo. “Yo hubiera presentado dos senadores y Yolanda estaría ahí acompañada”, ha dicho Verdejo.
La asunción sin rechistar de directrices nacionales es una de las situaciones que más comúnmente se tiran en cara los partidos en Ceuta y en todas las circunscripciones, habida cuenta que el sistema de representación parlamentaria nacional está regionalizado. En caso de que hubiera decisiones impuestas por VOX que pudieran ser controvertidas en Ceuta, Verdejo tiene claro que lo primero que haría sería decirlo y después tiene clara una cosa: “el interés de España está por encima de cualquier cosa”.
Y acto seguido pone un ejemplo en el que cree que Ceuta no está siendo leal con España, el envío de menores no acompañados a centros peninsulares.
“Juan Vivas dice no podemos consentir que todos los MENA se queden en Ceuta, pero ¿qué hace? Le paga a centros para que los MENA de Ceuta se vayan a la península. Yo no puedo permitir que la península poco a poco se vaya llenando de MENA; no puedo permitirlo aunque sea con los presupuestos de Ceuta, tampoco los quiero aquí, los quiero en Marruecos. Pero pecamos de traidores a España si perjudicamos a España para beneficiar a Ceuta, somos un conjunto y las soluciones tienen que abordarse para todos por igual”, explica Verdejo.
Si había dudas de que la formación podría estar pensando en cambiar de estrategia y suavizar sus discursos para no ser repelidos por los votantes moderados en las urnas, queda claro que no. “Yo no me suavizo”, apostilla Verdejo.
“No lo modificamos, lo que nos quieran demonizar el resto de formaciones, que lo hacen, o los medios, que también lo hacen, contribuir a ese ambiente de crispación en la que después sufrimos nosotros las agresiones y los insultos y luego nadie dice, ni condena nada”, añade Merelo.
Demonizan los demás, los otros, ellos no, en su opinión. Si le dicen a Fatima Hamed que es promarroquí no es ni provocar ni insultar, es una opinión política. En cambio a ellos les insultan y consideran “ultraderecha” como insulto, por supuesto también “racista, homófobo… Nos ha llegado a decir que queríamos matar a la mitad de los musulmanes”.
“Promarroquí para VOX es hacer políticas favorables para el Reino de Marruecos. Hemos explicado una y otra vez que ser promarroquí no es ser musulmán. Promarroquí es hacer políticas favorables a Marruecos. Seas musulmán, cristiano, chino, hindú… Lo que sea”, reitera Verdejo tratando de negar que insulten con el término promarroquí.
Entonces, si alguien opina que VOX con sus discursos le hace el juego a Marruecos, como le ha acusado Juan Vivas en algunas ocasiones, ¿se les podría considerar promarroquíes a VOX? “Pues que nos los llamen, nos han dicho de todo ya”, se resigna Verdejo. “Si Juan Vivas quiere manipular, tenemos que intentar que ese intento de manipulación tenga el mínimo recorrido posible, pero tampoco somos dioses”.
La bandera arcoíris puede ser “una bandera de colorines”, en boca de Verdejo. Para VOX la bandera sirve a los “lobbies porque los homosexuales no necesitan banderas, como los heterosexuales o bisexuales, porque a todos nos ampara la misma Ley, la misma Constitución, tenemos los mismos derechos”. Para Merelo, esa bandera quieren decir que “ampara a todos los homosexuales y no es cierto. Hay muchos que su bandera es la española, la que tiene que figurar en los organismos oficiales, las banderas autonómicas y la de España y la Unión Europea, que nos ampara a todos. Sirve para el discurso de la izquierda que quieren hacer que son los únicos que los defienden. Nosotros no nos metemos en la cama de nadie”.
“Al final esa bandera para lo que sirve es para montarse el chiringuito y pillar subvenciones. Es utilizar la sexualidad de esas personas y nosotros nos negamos a eso. Somos iguales todos, independientemente de la orientación sexual y de cómo quieran vivir o el tipo de familia que quieran tener”, apostilla Verdejo.
Y sí, creen que pueden unirse en pareja, pero eso no es un matrimonio. “Para nosotros el matrimonio es un sacramento y está formado por un hombre y una mujer. Lo demás son uniones y está perfecto. Nosotros no nos metemos en la cama de la gente, ni nos metemos en a quien rezan, eso no es lo importante, lo importante son las personas y las ideas, no a quién recen o a quién amen” explica Merelo.
En este caso también, consideran que se trata de una estratagema de la izquierda para explotar los votos de un colectivo. Como con las mujeres y el feminismo.
Los candidatos dibujan una ciudad insegura, con carencias en sanidad y eso quieren arreglarlo usando el Senado como palanca para que los problemas de la ciudad se conozcan en Madrid y se tome conciencia de que necesita la ciudad.
