Un año después de las "nuevas relaciones" entre España-Marruecos, ¿qué ha supuesto para Ceuta?

Uno de los asuntos pendientes que más interés suscita es el de la apertura de las aduanas en Ceuta y Melilla. La falta de fechas concretas está generando cierto malestar en ambas ciudades autónomas.

GRAF1960. RABAT, 19/11/2018.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), y el rey Mohamed VI de Marruecos durante el encuentro mantenido hoy en el Palacio Real de Rabat. EFE/Ballesteros
photo_camera El presidente del Gobierno con el rey de Marruecos (ARCHIVO)

"España considera la propuesta marroquí de autonomía (para el Sáhara) presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo". Con estas palabras trasladadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una carta a Mohamed VI el Gobierno daba un giro de 180 grados en la tradicional política hacia la antigua colonia y abría una nueva etapa en la relación con Marruecos.

Un año después de que los españoles se enteraran por un comunicado de la Casa Real marroquí de la nueva postura respecto al Sáhara, tanto los socios de coalición, como los de legislatura y también la oposición siguen sin estar convencidos de las razones que llevaron al Gobierno a lo que no han dudado en calificar de "giro histórico" y de los beneficios que este nuevo posicionamiento ha traído consigo y así se lo hicieron ver en las recientes comparecencias del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en Congreso y Senado.

Como resultado de esa misiva, Sánchez era recibido el 7 de abril en Rabat por Mohamed VI y ambos suscribían una declaración conjunta con la 'hoja de ruta' sobre la que se asienta la nueva etapa de la relación y que vino a ratificarse en la Reunión de Alto Nivel (RAN) del 1 y 2 de febrero en la capital marroquí.

En este sentido, el hecho de que Mohamed VI --que se encontraba fuera del país como ocurre con relativa frecuencia- no recibiera a Sánchez durante la RAN, como había ocurrido tradicionalmente cuando la cumbre se había celebrado en Marruecos, fue tachado desde el PP de "humillación" y "ninguneo diplomático".

Moncloa restó importancia al gesto, argumentando que el Rey había conversado por teléfono con Sánchez antes de la cita y que le había emplazado a una próxima visita en Rabat, para que la que aún no hay fecha. También ha puesto en valor la buena relación personal entre ambos y el hecho de que en  abril le invitara a participar en el 'iftar', la cena con la que los musulmanes rompen el ayuno en el Ramadán.

El Gobierno niega el giro

Entretanto, el Gobierno se ha esforzado por refutar el "mantra" del giro, insistiendo en que se mantiene el respaldo a la "centralidad" de la ONU en la búsqueda de una solución mutuamente aceptable por las partes, Marruecos, por un lado, y el Frente Polisario, en representación de los saharauis por otro.

Asimismo, se ha amparado en que España es el principal donante de los campos de refugiados saharauis para refutar la "traición" denunciada por el Frente Polisario y esgrimido que lo que no quiere es que el conflicto se prolongue durante medio siglo más.

Pero, desde ambas cámaras del Parlamento se ha pedido expresamente al Ejecutivo una vuelta a la posición de partida, al considerar que con el respaldo al plan de autonomía se están respaldando las tesis de Marruecos y abandonando el derecho de autodeterminación de los saharauis, como se encargaron de recordarle a Albares recientemente.

Frente a las críticas unánimes respecto a su postura, el Gobierno se ha esforzado en el año transcurrido en poner en valor las bondades de la nueva relación y los beneficios concretos que se están dejando sentir, sobre todo en Ceuta y Melilla así como en Canarias y también en Andalucía.

Caída de la inmigración y aumento del comercio

En este sentido, Moncloa esgrime dos datos: la drástica reducción de las llegadas de inmigrantes desde las costas marroquíes y el incremento de los intercambios comerciales. España es ya el primer socio económico y comercial de Marruecos y ahora el Gobierno aspira a que también se convierta en su principal inversor,  con la vista puesta en los 45.000 millones de euros que el reino prevé gastar de aquí a 2050 en sectores clave.

Por lo que se refiere a la inmigración, durante el mes de enero las llegadas se redujeron en un 69% en Andalucía y un 82% en Canarias, unos datos que contrastan con el resto de rutas migratorias hacia Europa, que han visto aumentar las llegadas en el último año.

Las aduanas aún pendientes

Pero sin duda, uno de los asuntos pendientes que más interés suscita es el de la apertura de las aduanas en Ceuta y Melilla. Fue el propio Sánchez el que anunció en Rabat el 7 de abril que la de Melilla, cerrada desde 2018 de forma unilateral por Marruecos, volvería a abrir y además se crearía una nueva en Ceuta.

Tras algunas dudas iniciales respecto al compromiso de Marruecos con dar este paso, ambos gobiernos anunciaron que su apertura se produciría antes de la RAN y posteriormente que sería a lo largo de enero. Sin embargo, lo que ha ocurrido hasta la fecha son dos pruebas piloto de expedición comercial una el 27 de enero,  días antes de la RAN, y otra el 24 de febrero, con algunos de los problemas detectados en la primera ya resueltos.

Desde el Gobierno se ha tachado de "hito" el que la aduana de Ceuta haya comenzado a funcionar, aunque por ahora en fase experimental, y también se ha dejado claro que hay un calendario pactado con Marruecos para su apertura completa, de forma gradual y ordenada, pero no se quiere hacer público para evitar avalanchas y que se repitan "imágenes del pasado", en referencia a las porteadoras y al llamado comercio atípico.

Sin embargo, la falta de fechas concretas ha generado cierto malestar en ambas ciudades autónomas. En este sentido, el Senado aprobó la semana pasada a propuesta del PP y con el voto en contra del PSOE pedir al Gobierno que haga público el calendario para la apertura de las aduanas.