Marruecos lleva varios días sufriendo una gran aglomeración de personas y vehículos que desean entrar a toda costa y cuanto antes a la ciudad. Este hecho se ha intensificado este martes provocando el cierre intermitente del lado marroquí de la frontera para reorganizar la situación y evitar que se produzcan avalanchas.
Esta mañana, centenares de personas esperaban su turno para entrar en Ceuta. En ese grupo se han mezclado porteadores, trabajadores transfronterizos y turistas. A lo que debemos de sumar las largas colas de vehículos.
En estos momentos, la situación se ha relajado y reina una aparente tranquilidad.
Los afectados esperan que este caos desaparezca a partir del 25 de julio, fecha en la que se suspenderá el porteo hasta el 3 de septiembre. Ambos países han decidido cerrar El Tarajal II durante este periodo de tiempo para priorizar la Operación Paso del Estrecho y conseguir una mayor fluidez en la frontera para la entrada y salida de turistas procedentes del país vecino,