Las primeras protestas ciudadanas del jueves podrían volver a repetirse en días venideros

Marruecos y España no han terminado de negociar la fecha para reabrir conjuntamente sus fronteras

Al clima de desesperación por no ver abiertos los pasos de Ceuta y Melilla, se une ahora la versión de que Marruecos, está "alentando" a sus ciudadanos, los que viven en las ciudades autónomas, a ejercer presión sobre el Gobierno español para adelante la fecha de reapertura.  

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photo_camera Protestas de ciudadanos que quieren cruzar a Marruecos (Canal Sur)

El pasado mes de enero, el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, afirmaba que el Gobierno tenía como objetivo abrir las fronteras del país, pero que para ello deberían darse antes "todas las garantías" para asegurar la salud de los viajeros y de los propios marroquíes.

Estas declaraciones fueron realizadas durante una comparecencia en el pleno de la Cámara de Representantes (baja) del Parlamento marroquí.

El asunto, sometido a prórrogas por una y otra parte, parece concluido por la parte de Marruecos y la situación epidémica en el país vecino tampoco ya es la que era. Por tanto, al otro lado de la frontera están listos, y en eso coinciden medios digitales y periódicos nacionales, que siguen afirmando que la reapertura será inminente. Quizá después del mes de Ramadán, en mayo.  

Pero lo cierto es que la noticia de que Marruecos abriría en la madrugada del pasado jueves no ha sido confirmada por ninguna fuente gubernamental. España ya advirtió que no abriría su lado ese día después de que fueron varios los diarios que anunciaron que los agentes marroquíes se incorporarían a sus puestos en la aduana y que había orden de Rabat. Pero claro, una frontera no se abre totalmente si una de las partes no puede o no quiere. O las obras de remodelación de los pasos, tanto en Melilla como en Ceuta, se están retrasando demasiado, que también es así, o que España no ha visto aún con claridad la fecha más esperada de los últimos años por ceutíes, marroquíes y muchos trabajadores transfronterizos.  

La "presión" de Marruecos

Fue este viernes cuando El Español lanzaba la noticia, de la mano de la corresponsal Sonia Moreno: una publicación titulada "Rabat alienta protestas en Ceuta y Melilla para que la frontera se abra antes de que España la controle", donde se decía que un empresario próximo al Gobierno marroquí, Mohamed Uasani, fue quien animó a cientos de ciudadanos a agolparse junto a la frontera de Melilla. 

En Ceuta también se produjo una concentración, pero menor, frente al Tarajal, de decenas de personas que pedían que se abriese por fin la frontera. 

Unas protestas que se habían convocado a  través de mensajes de teléfono móvil y redes sociales durante todo el día anterior. Protestas como consecuencia de las informaciones en medios marroquíes que aseguraban que las fronteras terrestres abrirían el pasado jueves. La parte española nunca dijo que iba a reabrir. "No hay aún una fecha concreta para la apertura de la frontera terrestre Ceuta-Marruecos. Ante mensajes en RRSS que aseguran la inminente reapertura de la frontera del Tarajal, la Delegación del Gobierno ruega a la ciudadanía que atienda sólo a cauces oficiales y medios contrastados".

Una orden para 2022

Las fronteras con Marruecos están cerradas desde marzo de 2020. El pasado mes de noviembre Marruecos dio la orden de preparar la reapertura en Ceuta y Melilla para 2022. Incluso para el primer trimestre, en marzo, pero España ha seguido prorrogando el cierre, el último hasta el 30 de abril. 

El retraso en la ejecución de las obras de remodelación en los dos pasos españoles parece la causa por la que el Ministerio del Interior ha continuado con las prórrogas. 

Con lo político solventado y la puerta abierta para tomar decisiones, ahora resulta de este imprevisto un nerviosismo que ha calado en grupos de personas que ya se han concentrado ante las fronteras e incluso que podrían volver a protestar de nuevo este domingo.  

Mientras, los grupos de trabajo entre España y Marruecos siguen dándole vueltas al día y la hora en que debe procederse a la reapertura de los pasos y vuelvan, de manera gradual a la normalidad, como así ha sido con las conexiones marítimas la semana pasada.