El eje económico del norte de Marruecos, la zona de Actividades Económicas y Comerciales de Castillejos (Fnideq) se presentó a bombo y platillo por las autoridades marroquíes hace ya casi dos años y sus aparcamientos han empezado a ser usados como una zona de embolsamiento en la fase retorno de la OPE.
Al contrario de lo que sucedió en la primera fase de la Operación Paso del Estrecho, las retenciones kilométricas están siendo las protagonistas en el periplo de regreso de los marroquíes a sus hogares tras pasar las vacaciones en el país vecino.
Lo que se inauguró como «un proyecto enmarcado en el programa integrado para el desarrollo económico y social de la región de Tetuán y el empleo de M'diq Fnideq, que se completó con una dotación económica de más de 200 millones de dírham (18,8 millones de euros)» está siendo utilizado por las autoridades marroquíes para intentar minimizar las retenciones de tráfico entre Castillejos y la frontera de Ceuta en las que los viajeros en tránsito han llegado a invertir hasta siete horas en la jornada de este jueves.
Algunos ceutíes, que se han visto atrapados en semejante enjambre de vehículos, lamentan la falta de zonas de sombra, teniendo que soportar estar al sol durante horas, así como la falta de previsión por parte de las autoridades marroquíes que se han visto desbordadas en momentos puntuales por la avalancha de vehículos con intención de cruzar al lado español de la frontera.
Tampoco hay discriminación entre los residentes en Ceuta y el resto de vehículos, otro punto que reprochan los ceutíes a las autoridades de Marruecos, aunque se ha anunciado que de los siete carriles habilitados para acceder a la frontera desde la zona franca, existe uno para Ceuta, quienes están atrapado en ese caos, relatan que no hay nadie gestionando esa discriminación.
