Aparte de ello, los coches pateras han colapsado en la mayoría de los días la Nacional 352, vía que se ha convertido en una trampa mortal tanto para los ciudadanos como para los servicios de emergencia.
Melilla, al igual que Ceuta, también se ha visto afectada por esta ola de tensión, y así el pasado lunes las Fuerzas de Seguridad del Estado tuvieron que cerrar el paso fronterizo ante el intento de los porteadores de pasar a la fuerza los bultos hacia el país vecino. Idéntica situación que en Ceuta.
Cinco unidades de la Guardia Civil tuvieron que intervenir para frenar a los porteadores. La operación se saldó con la detención de cuatro personas acusadas de alteración de orden público.
En las dos ciudades también es similar el problema de los conocidos coches pateras, vehículos utilizados para realizar el porteo entre un lado y otro de la frontera.
Ante semejante situación, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha anunciado una serie de medidas para acabar con estas situaciones. Así, el mandatario, tras una reunión mantenida con comerciantes y representantes de la Delegación del Gobierno, ha explicado que el paso fronterizo de Beni-Enzar se dedicará al “comercio normal” y al turismo, mientras que los de Barrio Chino y Farhana ampliarán sus horarios para el porteo “las horas suficientes” para que pueda salir todo el comercio.
El presidente ha sido taxativo cuando ha dicho que los pasos fronterizo “hay que abrirlos más y se van a abrir las horas suficientes, no sé si serán siete o catorce, para que salga todo el comercio, el de fardo, refiriéndose al bulto, y el de los paquetes, los dos”.
Refiriéndose al paso de Farhana, el mandatario ha precisado que este paso tiene que estar abierto las “horas necesarias para que salgan todos los coches”.
Es evidente que la actuación de las autoridades de la ciudad hermana dista mucho de la de Ceuta y la pregunta se hace necesaria ¿Dónde radica la diferencia entre una y otra ciudad? ¿Por qué en Ceuta no se actúa, teniendo el mismo problema, con la misma celeridad y eficacia para solucionar los problemas del comercio atípico?
Imbroda lo tiene claro y razona que la frontera “no puede seguir como está”, con un colapso en todos los pasos fronterizos como consecuencia del intenso intercambio comercial que existe entre ambos lados de la valla, desarrollado por miles de marroquíes que cargan los bultos o los llevan en coches. Idéntica situación que se vive en Ceuta a diario.
El presidente autonómico señaló que, debido ese colapso, el comercio transfronterizo no ha podido desarrollarse en buenas condiciones y los comerciantes melillenses se han encontrado con mucho stock y los almacenes llenos, algo que “preocupa muchísimo” a la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno porque la mercancía no puede salir.
Otra de las soluciones anunciadas es la puesta es la construcción de un centro de distribución en el Barrio Chino”, dijo Imbroda. Sobre esta actuación, dijo que las consejerías de Medio Ambiente y Fomento están haciendo el anteproyecto básico para remitírselo al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que se ha comprometido con Imbroda a que en caso de que no sean aprobados los Presupuestos Generales de 2018 por falta de acuerdo político, él sacará “la partida suficiente” en la prórroga de los Presupuestos de 2017 para que se lleve a cabo.
Una nueva pregunta se antoja ¿No se puede hacer lo mismo en Ceuta? Con todo esto puede que al final haya que terminar dando la razón al hoy en día consejero de Turismo, Emilio Carreira, cuando dijo en Melilla algo así como que se tendría que aprender del modelo de gestión que fronteras que se llevaba en la ciudad hermana, manifestaciones que no sentaron nada bien en varios estamentos gubernamentales de Ceuta.
Video: Melilla Media
