La Eurocámara acaba con las esperanzas de Rabat de reducir la crisis con España a un asunto bilateral

La Eurocámara advierte de que las fronteras de Ceuta lo son también de la UE y reprueba el uso de los menores como medio para presionar a un estado miembro de la Unión.

unión europea

El Parlamento Europeo ha dejado claro este jueves que la crisis abierta entre España y Marruecos no es asunto bilateral, tal y como se empeña en propagar Rabat, sino que concierne a la integridad de las fronteras europeas. Los europarlamentarios han aprobado hoy una contundente resolución en la que censura al país vecino por el uso que hizo de sus menores durante los días 17 y 18 de mayo, momento álgido de la crisis fronteriza.

La resolución reprueba el uso del control de las fronteras y los flujos migratorios para presionar a un estado de la Unión Europea (UE) y “deplora, en particular, la participación de niños, menores no acompañados y familias en el cruce masivo, poniendo en claro riesgo su vida y su seguridad".

El texto, además, subraya que “Ceuta es una frontera externa de la UE cuya protección y seguridad concierne a toda la Unión”.

La dureza de la resolución queda amortiguada por un llamamiento al entendimiento y a la superación de la crisis diplomática. “No debe socavar las relaciones estratégicas, multidimensionales y de vecindad privilegiada entre el Reino de Marruecos y la Unión Europea y sus Estados miembros”, reza el texto.

Bruselas cuestiona el respeto a los derechos de los centenares de niños y adolescentes que fueron incitados por las autoridades marroquíes para atravesar la frontera de Ceuta. Las tradicionales buenas relaciones mantenidas entre la UE y Marruecos, afianzadas por intereses económicos y de seguridad, no habían conocido un reproche de la índole del que hoy ha lanzado el Parlamento Europeo con su resolución. Rabat no está acostumbrado a que Europa cuestione sus políticas, y mucho menos las relativas a la preservación de los derechos humanos.

 

"No se lanza al agua a los niños para hacer política"

Los eurodiputados cuyos grupos han pactado la resolución han insistido durante sus intervenciones en subrayar el carácter europeo de la frontera de Ceuta y la consecuente inevitable implicación de la UE en el conflicto que Marruecos ha abierto con España. “Los problemas de Ceuta y Melilla son europeos y sus fronteras lo son de toda la Unión”, ha defendido el europarlamentario popular, Juan Ignacio Zoido.

En la misma línea se ha conducido el diputado del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, Nacho Sánchez Amor, quien, además,  ha caracterizado los sucesos del 17 y 18 de mayo en Ceuta como “una forma de presión impropia de estados amigos”.

Jordi Cañas, de Ciudadanos e integrado en el Grupo Renew Europe, ha utilizado un tono más beligerante para  acusar directamente a Rabat: “A los niños no se les lanza al mar para hacer política”.

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