El vigesimosexto día sin porteo de mercancías a través de la frontera de El Tarajal mantiene en vilo a los porteadores, a los empresarios del polígono comercial y, por extensión, a sus trabajadores. El cierre decretado el pasado 9 de octubre y los sucesivos aplazamientos de la fecha en la que debía de reanudarse la actividad hacen temer el inicio de una nueva época en la actitud que las autoridades marroquíes y españolas han mantenido tradicionalmente hacia una actividad económica controvertida.
La inquietud de los operadores y trabajadores concernidos arrancó cuando el segundo miércoles del mes pasado la Delegación del Gobierno anunciaba que el paso de los porteadores quedaba suspendido de manera indefinida. Entonces, las autoridades españolas justificaron la medida como un medio para “garantizar la seguridad en los circuitos del porteo” y preservar la identidad de las miles de personas que a diario se concentran al otro lado de la frontera para acceder a la ciudad. El sábado anterior, un joven marroquí residente en Castillejos fallecía tras precipitarse al vacío cuando intentaba evitar la cola.
La reordenación de los tránsitos fue también el argumento que días más tarde, y tras mantener reuniones con representantes del empresariado local, arguyó la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, para anunciar que la suspensión se mantendría hasta el día 21. Entonces, las autoridades marroquíes pidieron más tiempo a las españolas.
Las medidas de seguridad aducidas en un principio se convirtieron con el paso de los días en una petición del Gobierno de Rabat para disponer de tiempo suficiente a fin de concluir las obras de remodelación que acomete en su lado de la frontera.
Hoy era la última fecha proporcionada por la Delegación del Gobierno para la reapertura de la frontera al porteo. Sin embargo, la actividad permanecerá suspendida de manera indefinida.
La incomodidad de la Delegación del Gobierno con la situación se puso de manifiesto este sábado en las declaraciones del jefe de gabinete de la institución, Juan Hernández, ante los periodistas. Hernández anunció el nuevo aplazamiento e insistió en desvincular a la Delegación de cualquier responsabilidad sobre el bloqueo del trasiego de mercancía.
Porteadores y empresarios aguardan ahora a que se den las “condiciones idóneas” que Hernández considera indispensables para poder devolver a la normalidad la actividad en el polígono comercial.
