Los reproches de los líderes europeos hacen temer una reacción de Rabat que retrase la normalización de Ceuta

Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Unión Europea, reunidos desde este jueves en Bruselas, han preparado una declaración conjunta en la que se condena el uso de los fenómenos migratorios con propósitos políticos.

Concentración de migrantes en las naves de El Tarajal durante los días más duros de la crisis migratoria (C.A./ARCHIVO)
photo_camera Concentración de migrantes en las naves de El Tarajal durante los días más duros de la crisis migratoria (C.A./ARCHIVO)

Los socios europeos mantienen el pulso a Rabat en el conflicto diplomático entre España y Marruecos que tiene Ceuta por escenario. Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Unión Europea, reunidos desde este jueves en Bruselas, han preparado una declaración conjunta en la que se condena el uso de los fenómenos migratorios con propósitos políticos.

La iniciativa, que supone un respaldo más a España de sus socios europeos, es lo suficientemente clara en sus términos para concluir que se trata de un mensaje directo a Marruecos por propiciar la entrada de miles de migrantes a Ceuta el pasado mayo. Los líderes europeos, sin embargo, no mencionan específicamente en el texto al país vecino.

"El Consejo Europeo condena y rechaza cualquier intento por parte de países terceros de instrumentalizar a los migrantes para objetivos políticos", reza la declaración, que viene a servir de complemento a la que ya aprobara el pasado día 10 el Parlamento Europeo. En aquella ocasión, los eurodiputados hicieron especial hincapié en el uso de los menores como arma política en el contencioso hispano-marroquí.

Ahora resta conocer cómo afectará este pronunciamiento a la evolución del conflicto y de qué manera lo hará sobre Ceuta. Por lo pronto, el Parlamento Árabe celebrará una sesión en El Cairo como muestra de apoyo a las posiciones marroquíes.

El temor ahora es que la declaración del Consejo Europeo alimenta una escalada de declaraciones que obstaculice cualquier salida al conflicto y que retrase sine die la normalización de la vida ciudadana en Ceuta. La ciudad sigue soportando la presión de 3.000 migrantes, menores y adultos, que permanecen en sus calles desde la entrada masiva registrada desde el 17 de mayo. Muchas de estas personas se reúnen en asentamientos ilegales mientras el resto continúa en alojamientos provisionales cuyo sostenimiento supera las capacidades de la Ciudad Autónoma.