ceuta y melilla se manifiestan en defensa de su futuro

Centenares de personas lanzan una llamada de auxilio por la economía local y piden una frontera fluida

Los organizadores de la manifestación por una frontera "fluida y segura" han dedicado duros reproches a las administraciones a las que acusan de ofrecer "palabras vacías" a las demandas de la ciudadanía.

La manifestación convocada bajo el lema “SOS: Ceuta y Melilla” no ha conseguido alcanzar las expectativas que en ella había depositado la organización. CCOO, UGT, la Confederación de Empresarios y la Cámara de Comercio pretendían superar ampliamente la participación que el pasado 15 de marzo registró la primera de las protestas que los agentes sociales han convocado este año para exigir medidas que eviten la sangría de la economía local.

Hace dos meses, algo más de 700 personas recorrían las calles de la ciudad, una asistencia que, según datos facilitados por la Policía Nacional, ha rondado los 800 manifestantes en esta ocasión.

Con todo, el grito por una frontera segura y fluida ha vuelto a escucharse una vez más en las gargantas de centenares de ceutíes que han encontrado el respaldo de una delegación de representantes melillenses. La marcha, desde su salida a las ocho de la tarde de la Plaza de la Constitución, ha hecho referencias constantes en las soflamas y en los lemas de las pancartas al destino común que se ven obligadas a afrontar las dos ciudades autónomas.

Los manifestantes se han detenido unos segundos ante la sede de la Delegación del Gobierno para clamar frente a sus puertas por una acción decidida de las autoridades que permita reordenar y racionalizar los tráficos a través de la frontera.

Ya en la Plaza Nelson Mandela, la sindicalista Lorena Díaz ha dado lectura un manifiesto cargado de reproches contra las administraciones públicas. “El Gobierno no alcanza a comprender la auténtica dimensión de este problema o, lo que sería peor, lo comprende pero no lo considera una prioridad”, han protestado los organizadores a través del manifiesto.

Mientras, en Melilla, convocadas por las diferentes asociaciones que componen la Plataforma de Empresarios , unas 1.500 personas, según la organización, participaban en la manifestación que ha recorrido las calles de la ciudad autónoma. 

manifestación frontera fluida 22 mayomanifestación frontera fluida 22 mayo

Un año de protestas

A finales de este mes se cumplirá un año de la primera manifestación organizada para denunciar la situación de la frontera. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, visitó el 29 de mayo del año pasado la ciudad, una ocasión que aprovecharon los empresarios establecidos en el polígono de El Tarajal para reivindicar, junto a sus empleados, una solución a la situación de caos y colapsos que se vivía en el entorno fronterizo.

Aquel antecedente fue utilizado meses más tarde por los sindicatos CCOO y UGT, la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) y la Cámara de Comercio para forjar un frente común ante las administraciones. Los secretarios generales de las dos formaciones sindicales y los presidentes de las dos organizaciones empresariales firmaban el 6 de septiembre un documento en el que detallaban la relación de medidas cuya aplicación reclamaban para reordenar y agilizar el funcionamiento de la frontera de El Tarajal.

Los agentes sociales plantearon la necesidad de acometer iniciativas dirigidas a acabar con el conocido como “comercio tóxico”, la conveniencia de abrir un segundo paso fronterizo y la urgencia de liberar durante 24 horas un carril de uso ciudadano para garantizar los movimientos de los vecinos de los barrios adyacentes a la frontera, entre otras reivindicaciones.

 Más allá, sindicatos y empresarios defendían otro paquete de medidas para su aplicación a largo plazo. Entre éstas figuraba la creación de una aduana comercial, la firma de un acuerdo entre España y Rabat que delimitara los derechos y obligaciones de cada país en la gestión del espacio fronterizo y un vasto proyecto que incluyese la remodelación de las vías de acceso, los espacios complementarios, las infraestructuras y los equipamientos aduaneros en la frontera con los correspondientes incrementos de las plantillas de funcionarios.

El pasado 15 de marzo, convencidos de que las administraciones no habían dado respuesta a ninguna de sus demandas, sindicalistas y empresarios reunían a unas 750 personas en la calle para mantener la protesta.

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