La jornada posterior a la visita del ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha traído consigo una nueva cita con los colapsos de tráfico en la nacional 352. De nuevo, la escena casi cotidiana de las largas colas de vehículos que se extienden en la carretera hacia la frontera se ha repetido.
A las dos de la tarde, las filas de vehículos que aguardaban su turno para avanzar en dirección a El Tarajal llegaban hasta la barriada Miramar Bajo. Las esperas se prolongaban hasta cuatro horas con la consiguiente desesperación de los automovilistas.
Fuentes de la Guardia Civil reconocían a media tarde que la frontera marroquí absorbía con extraordinaria lentitud el flujo de vehículos que a esa hora pretendían pasar al país vecino. Los problemas de acceso para los vecinos de El Príncipe y Loma Colmenar volvían a repetirse.
La proliferación de los coches que entran a Ceuta para cargar mercancía y volver con ella al país vecino dificulta, una jornada más, el tráfico en las carreteras de la ciudad.