La escena ya va convirtiéndose en habitual, y lo seguirá siendo durante los próximos dos meses. La Policía Nacional ha vuelto a conducir hasta la frontera a un grupo de menores extranjeros acogidos en el pabellón Santa Amelia para su devolución al país vecino. Entre las quejas de las organizaciones humanitarias, el Gobierno español, con la aquiescencia de Marruecos, va reduciendo el censo de menores que durante la crisis migratoria del pasado mayo lograron entrar en la ciudad de manera irregular.
El cuarto grupo de menores entregados a Marruecos –los niños y adolescentes serán repatriados de quince en quince todos los días hasta retornar a los más de 700 que continúan en Ceuta- se dirigía a la frontera coincidiendo con las primeras manifestaciones públicas de un portavoz del Gobierno central sobre el proceso de expulsión abierto el pasado viernes. El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha defendido la legalidad del procedimiento en una entrevista concedida a la Cadena Ser.
