Los actos se abrieron con la celebración de dos oficios religiosos antes de la procesión. Uno en la iglesia de Nuestra Señora de África, al que asistieron los niños y niñas que han recibido la Primera Comunión, y otro en la iglesia Catedral.
Uno vez concluidos los mismos y ante una Unidad de Honores de la Comandancia General de Ceuta, formada frente al Palacio de la Asamblea, el comandante general de Ceuta, Javier Sancho Sifre ha recibido el Pendón Real de manos del presidente de la Ciudad, Juan Vivas, formándose un cortejo compuesto por todas las autoridades asistentes, que acto seguido se ha dirigido, bajo maza, hasta la Catedral.
Bajo una tarde primaveral, lo que ha hecho que fuera mucho el público que ha acudido a presenciarla, la procesión ha salido por la puerta principal de la Catedral.
Una cruz con dos ciriales abría el cortejo, seguido de los niños de Primera Comunión y una representación de todas las cofradías con sus correspondientes estandartes. Unos monaguillos con dalmáticas iban delante del paso que portaba la Custodia. El Santísimo se encontraba con su pueblo a través de una alfombra con motivos religiosos en la calle Jáudenes, y con los escudos de todas las cofradías ceutíes y el de la Ciudad, en la Gran Vía.
Detrás, el palio, la banda de música Ciudad de Ceuta, y el cortejo de autoridades encabezado por el delegado del Gobierno, el presidente de la Ciudad y el comandante general de Ceuta. Tras ello, una amplia representación de la Corporación y de distintos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y otros organismos. El desfile lo cerraba la Unidad de Honores de la Comandancia General de Ceuta, perteneciente a Caballería.
Una vez terminada la procesión, el comandante general de Ceuta, en la puerta noble del Palacio de la Asamblea, devolvió el Pendón Real al presidente, que lo tremoló desde el balcón de la primera planta del edificio municipal mientras desfilaba la Unidad de Honores.
