“¡Pero qué bien la veo, está fantástica!”, le ha agasajado el presidente Vivas a Encarnación Álvarez, mientras se inclinaba hacia su silla de ruedas para mostrarle su aprecio. En medio del hall de la residencia de Mayores Nuestra Señora de África, Encarnación se encontraba este miércoles en toda su ‘salsa’. Personas nuevas y desconocidas con las que poder conversar de otros temas, como comentaba uno de sus vástagos y, con el aliciente de recibir una visita muy especial, aunque no fuese la primera vez, la del titular del Ejecutivo local y la consejera de Servicios Sociales, Dunia Mohamed, que se han trasladado hasta el centro del Morro para homenajearla con una placa por ostentar el título de la residente más longeva.
“¿Cuántos años tiene?”, le preguntaba una periodista. “Creo que ya pasan de 100 (En total son 102), pero me quito años. Todas las mujeres se quitan años, así que yo también. Desde ahora 100. Voy a ser la vieja perpetua de los 100 años”, espetaba entre las risas de los presentes. Aunque, sin duda, los momentos de mayor comicidad en los que Encarnación ha dejado muestra de su sentido del humor, y de que su sistema cognitivo funciona mejor que el de un adolescente, ha sido durante su encuentro con Vivas.
“La veo fenomenal, tiene un cutis maravilloso”, le halagaba Vivas. “Yo a usted también lo veo, y manda mucho”, soltaba Encarnación a la vez que se atribuía como mayor defecto el dirigir a los que la rodean. “Y me enfado porque no hacen caso de lo que les digo. Si es que lo digo porque ya lo sé”.
La residente centenaria ha compartido un repaso por su vida, que ha definido de maravillosa, y ha reconocido entristecerle “la vanidad que prima en la sociedad de hoy”. “¿Qué es lo que cambiaría de la época actual?”. “Primero la analizaría bien. Pero, lo que sí quisiera decir, que tengas unas ideas siempre, que no sean cambiables. Que hoy no digan blanco y mañana negro. Que no sean de conveniencia, que la razón no se la den a quien sea. Aunque tenga que pedir perdón”.
Pese a que la residente ha reconocido que a veces puede “aburrirse” por llegar a “tanta edad”. Tanto ella como el presidente han analizado y compartido las bondades que presta el vivir. “A la vida hay que darle las gracias y, sin duda, un programa con usted daría para mucho”, le ha trasladado el presidente.
Un ejemplo de la vida y el vivir el de Encarnación. Aunque ha reconocido que medicación “toma poca”. “Quién no toma la pastillita para la tensión”, ha soltado Vivas. Su vitalidad, humor, energía, banalización y ganas de exprimir el segundo, aunque con unos desconocidos, son la mejor muestra que deja como representación del colectivo de las personas mayores.
