De “miope” ha tachado al ministro de Migraciones el responsable del área de migraciones de la Secretaría General de CCOO, José Antonio Moreno, sobre su visión de la problemática que padecen los trabajadores transfronterizos de la ciudad. Una coyuntura, ha señalado, que presentes exclusivamente en las ciudades autónomas, pero cuyo sistema, a entender de Moreno, necesita una revisión y cambios profundos en cuanto a normativa.
Durante su visita a Ceuta hace un mes, José Luis Escrivá no dejó una solución sobre la mesa para la problemática de los trabajadores del país vecino atrapados casi dos años en la ciudad. A entender del ministro, establecer un corredor para que puedan salir a su país- como vienen demandando- establecería una situación de agravio comparativo respecto a aquellos transfronterizos que sí marcharon a Marruecos durante el periodo que el Gobierno estableció cuando asoló la pandemia.
Un argumento que para el sindicalista tiene una visión cerrada y nada global. “Se trata de ámbitos muy sensibles de nuestra sociedad que se están viendo afectados por esta problemática. Son muchos los ceutíes que necesitan del trabajo doméstico de estas personas. Es un trabajo global, y como tal hay que abordarlo”.
En este sentido, Moreno formulaba que las posibilidades en política siempre son factibles, “con voluntad”. Postura que a su entender adolece el Gobierno. “Se puede encontrar una medida en la normativa vigente con la que abordar temporalmente esta cuestión. Por lo que, si se quiere, se puede”.
Abordar las posibilidades normativas sobre la problemática del trabajo transfronterizo se sitúa como uno de los principales ítems en la agenda de trabajo que se han diseñado para Ceuta tanto Moreno como su compañera Cristina Faciaben, secretaria confederal de Internacional, Cooperación y Migraciones de CCOO. Durante estos días plantearán la necesidad de cambiar el marco normativo que regula este tipo de actividad laboral, que en la actualidad se recoge como un trabajo temporal.
“Hay que repensar el modelo y adaptarlo al nuevo paradigma social y a la reforma laboral”, ha señalado Moreno, para quien la política migratoria europea no puede depender de la voluntad de un tercer país- en alusión a Marruecos y su inacción para solventar la problemática que padecen sus ciudadanos que se encuentran sin poder regresar desde marzo de 2020-. “Hay una deslealtad y desentendimiento hacia sus habitantes”.
El otro aspecto marcado en rojo para los sindicalistas versa sobre la urgencia de bloquear las políticas que “la peor derecha y la ultraderecha” hacen de la migración como arma arrojadiza. “No puede vincularse socialmente una cuestión tan sensible para sembrar odio y ganar votos”, ha manifestado Faciaben.
A entender de la secretaria confederal estas estrategias políticas todavía no han calado en Ceuta, “gracias a su historia multicultural”, pero sí les preocupa el calado que está teniendo en la población.
“La Unión Europea está especialmente inquieta con el esparcimiento del discurso del odio, y ya ha planteado ampliar las penas de delitos de odio a actitudes de esta naturaleza”, ha formulado Moreno.
