Las aguas andas revueltas entre los representantes de los trabajadores de la Federación de Fútbol de Ceuta. Un comunicado emitido por UGT, en el que se calificaba a Sebastián Martínez, delegado de CCOO en la empresa, de «perro» y «mamporrero de Gaona», en alusión al presidente de la Federación, ha desatado las hostilidades. CCOO ha anunciado que su gabinete jurídico estudiará si el tenor del comunicado puede comportar consecuencias penales.
El secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC-CCOO), Emilio Postigo, convocaba este martes una rueda de prensa para descalificar el comunicado de UGT, a cuyos representantes ha acusado de conducirse contra la voluntad de los trabajadores. «Esta conducta no solo nos perjudica a nosotros sino también a todo el movimiento sindical, a todos los que estamos haciendo una labor sindical”, ha lamentado Postigo.
La causa del enfrentamiento entre los dos sindicatos hay que buscarla en la convocatoria de una asamblea revocatoria promovida por CCOO para deponer a los delegados ugetistas. En las elecciones del pasado marzo, UGT obtuvo dos delegados mientras CCOO conseguía uno. Los trabajadores, finalmente, votaron mayoritariamente a favor de la revocación propuesta.
Durante su comparecencia ante la prensa, Postigo ha explicado que la decisión de CCOO de impulsar la revocación tiene su origen en el acuerdo que el sindicato alcanzó con la empresa en el marco de la negociación colectiva. Según el sindicalista, ante las reticencias de UGT para adherirse al documento, CCOO promovió un acuerdo para incluir en la plataforma reivindicativa seis de las siete propuestas planteadas por los ugetistas. «Pese a todo, no firmaron, lo que nos hace pensar que detrás existen otros intereses que desconocemos”, concluye el secretario general de la FSC-CCOO.
En su comunicado, UGT sostenía que la asamblea fue irregular ya que la norma establece que «la revocación de los delegados sindicales no podrá efectuarse durante la tramitación de un convenio colectivo ni replantearse hasta transcurridos, por lo menos, seis meses».
Frente a ello, CCOO esgrime que la revocación fue necesaria para sacar adelante un convenio que contaba con el apoyo mayoritario de los trabajadores pero que no podía prosperar con una representación sindical en minoría. Postigo ha explicado que de los 33 trabajadores de la Federación, la asamblea contó con la participación de 28, el conjunto de los cuales apoyó el proceso de revocación.
El sindicalista también ha revelado que los trabajadores han firmado un comunicado en el que censuran el comunicado de UGT.
