Esta mañana CCOO y UGT han presentado la marcha organizada para este viernes a partir de las 12 horas y que partirá desde la plaza de la Constitución para terminar en la Plaza de los Reyes donde se leerá un manifiesto. Los secretarios generales de ambas centrales sindicales son conscientes de la falta de convocatoria en la ciudad pero lo asumen. Los motivos de esa escasa asistencia hay que buscarlos, según Juan Luis Aróstegui, en la economía sumergida. “La gente tiene miedo de significarse y salir en la foto”. Por su parte, el responsable de UGT, Antonio Gil, quita importancia al número de asistentes y fija su mirada en los 8.000 afiliados con los que cuentan ambas centrales. Aun así, se ha hecho un llamamiento a trabajadores y parados para que participen en la tradicional marcha y más ante los datos puestos sobre la mesa. “El 20 por ciento de los hogares está en riesgo de pobreza y el 24 por ciento de la población está desempleada, de los que un 52 por ciento son jóvenes. Hay que cambiar las políticas en materia de empleo que han demostrado ser una herramienta inútil”, explica Gil, al tiempo que asegura que sólo el 10 por ciento de los contratos son fijos mientras que uno de cada tres es a tiempo parcial.
Aróstegui, en un tono diferente al de su homólogo, ha pedido venganza, en el sentido de recuperar lo robado a los trabajadores. El secretario general de Comisiones asegura que desde 2010 llevan a cabo un sindicalismo de resistencia ante el desmantelamiento del estado de bienestar y que el Gobierno está tendiendo una trampa indecente y un señuelo electoral. “El Gobierno miente cuando dice que estamos saliendo de la crisis. Van a levantar el pie del durante un año para luego volver a lo mismo hasta que se convoquen elecciones dentro de cuatro años. Son unos ladrones, unos chorizos y por eso, aguantaremos, resucitaremos y volveremos a la lucha por los trabajadores porque pueden quitarnos todo menos nuestra dignidad”, asevera.