Estos bulos pretenden generar alarma y confusión entre los propietarios de animales domésticos, especialmente de perros, gatos o roedores. En este artículo, desmentiremos algunos de los más extendidos y aclarar qué implica realmente esta ley.
Uno de los bulos más repetidos es que la ley prohibirá tener cobayas, hámsteres, periquitos o conejos o cualquier otro animal doméstico en casa. Esto es totalmente falso. La ley no prohíbe tener animales domésticos, sino que establece una serie de requisitos mínimos para garantizar su bienestar y evitar el abandono y el maltrato. Estos requisitos incluyen la identificación, el registro, la vacunación, la esterilización y la adopción responsable.
Otro bulo que circula por las redes es que la ley obligará a los propietarios de animales a entregarlos a las autoridades si no cumplen con los requisitos. La ley no prevé la retirada de los animales por parte de las autoridades, salvo en casos de maltrato o abandono. Lo que sí establece es un régimen sancionador para los infractores, que puede ir desde multas hasta la inhabilitación para tener animales.
Un tercer bulo que se ha difundido es que la ley obligará a los propietarios de perros a contratar un seguro obligatorio para cubrir posibles daños a terceros. Esto es parcialmente cierto. La ley establece que los propietarios de perros considerados potencialmente peligrosos deberán contratar un seguro de responsabilidad civil, al igual que ocurre actualmente. Sin embargo, la novedad es que la ley amplía el concepto de perro potencialmente peligroso, incluyendo no solo a determinadas razas, sino también a aquellos perros que tengan un peso superior a 20 kilogramos o una altura superior a 50 centímetros.
La contratación de un seguro para los perros no solo es una obligación legal, sino también una medida de protección para los propios dueños y sus mascotas. Un seguro para perros puede cubrir desde gastos veterinarios hasta indemnizaciones por daños materiales o personales causados por el animal. Además, existen diferentes opciones en el mercado para adaptarse a las necesidades y al presupuesto de cada propietario.
