El (perenne) conflicto entre Israel y Palestina ha vuelto a colarse en la Asamblea; no en forma de debate; tampoco a través de proclamas o reivindicaciones; lo ha hecho en formato minuto de silencio. La sede del poder legislativo ceutí ha sido este lunes testigo directo de lo que el presidente Vivas ha calificado como un gesto "por la paz", uno ajeno a toda clase de posicionamientos, simpatías y adhesiones. La idea era honrar la memoria de las víctimas de uno y otro bando. Sin más.
Pese a no estar incluido en el orden del día (no, al menos, en el inicialmente distribuido a los medios de comunicación), la sesión de control correspondiente al mes de octubre ha arrancado -de manera atípica- con un llamamiento al respeto. Antes de dar inicio a la ronda de interpelaciones, todos los partidos políticos con representación en la cámara han secundado ese gesto "por la paz" al que se refería Vivas. Sin dilación, los veinte parlamentarios hoy presentes en el Pleno se han puesto canónicamente en pie para solidarizarse con el dolor humano, sumiéndose la cámara en la más absoluta de las quietudes durante sesenta largos segundos.
Cabe mencionar que el único grupo parlamentario que sí se ha posicionado claramente a propósito del conflicto ha sido Ceuta Ya! Los dos diputados electos de la formación localista han considerado oportuno sacar a relucir sendas consignas a favor del pueblo palestino. 'Stop genocidio', rezaba la de Mohamed Mustafa; '#NoEnMiNombre', decía la de Julia Ferreras.
Agotado el minuto, la normalidad se apoderaba de nuevo del lugar. Vivas volvía a tomar asiento; tras él, hacían lo propio el resto de concejales. Finalizaba, así, un gesto "por la paz" que, salvo en el caso particular del sucesor espiritual de Caballas, no ha estado atravesado por filiaciones de ningún tipo.
