Durante el año 2023, los equipos de Atención Primaria han demostrado un compromiso inquebrantable con la prestación de servicios esenciales de salud, a pesar de enfrentar una ligera disminución en el número de usuarios. Iniciando el año con 74.317 usuarios y cerrándolo con 73.696, la reducción de 614 usuarios refleja un ajuste en la demanda de servicios sanitarios entre la población con tarjeta sanitaria de la Seguridad Social.
La distribución de servicios ha sido un foco clave, con 62.024 usuarios asignados a médicos de familia, 12.293 a pediatras, y manteniendo constante la cifra de usuarios para enfermería en 74.317. La atención se ha prestado a través de tres centros de salud ubicados estratégicamente en distintas zonas, además de un consultorio local en la barriada de Benzú, asegurando así la accesibilidad y proximidad de los servicios para todos los ciudadanos.
La plantilla actual consta de 37 médicos/as de familia, 12 pediatras y 43 enfermeros/as, quienes se dedican a ofrecer una atención sanitaria de calidad sin incluir las unidades de apoyo. Esta dedicación se refleja en el horario de apertura de nuestros centros, que es de 08:00 a 17:00 horas de lunes a viernes y de 10:00 a 13:00 los sábados, demostrando nuestro compromiso con la accesibilidad y la continuidad en la atención.
En el ámbito de la Medicina de Familia, se registraron 269.290 consultas, un descenso del 10,63% respecto al año anterior, atribuido en parte a la implementación de la receta electrónica. La atención no demorable y urgente se ha garantizado el mismo día de la solicitud, con una demora de 0 a dos días para las no urgencias.
La Pediatría ha visto una reducción del 14,20% en la presión asistencial, con 54.134 consultas realizadas, manteniendo una atención inmediata para casos urgentes y no demorables.
En Enfermería, se reportaron 177.181 consultas, con una disminución del 6,49% en el total de consultas respecto al año anterior.
La eficiencia en las interconsultas a Atención Especializada ha sido notable, con 24.227 derivaciones realizadas, lo que representa una disminución respecto al año anterior y refleja una gestión más efectiva de las necesidades de los pacientes hacia las especialidades médicas.
Estos datos subrayan el esfuerzo continuo del INGESA por adaptarse a las necesidades cambiantes de la población, optimizando recursos y mejorando la calidad de la atención sanitaria primaria. La disminución en la presión asistencial es un indicativo positivo de la dirección hacia una atención más eficiente y accesible para todos.
