en los últimos quince días, 14 donantes

El efecto Pablo Ráez se deja sentir en la ciudad con un aumento de donantes de médula

Indoloro y satisfactorio. Estos son los dos adjetivos que mejor definen al proceso de hacerse donante de médula. Pablo Ráez un joven de 20 años que lucha contra la leucemia desde hace dos abandera una campaña para conseguir un millón de donantes, una cifra necesaria para ampliar el abanico de compatibilidades. En 2015 había 230.000 donantes pero solo se pudieron hacer 48 trasplantes en España.

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photo_camera En los últimos quince días Ceuta ha registrado 14 donantes / C.A.

trasplantesPablo Ráez es un joven malagueño de 20 años que desde el pasado mes de agosto es protagonista en las redes sociales y lo es por y para concienciar a la sociedad de la importancia de hacerse donante de médula. Hace dos años le diagnosticaron leucemia, recibió un trasplante de su padre pero 10 meses después la enfermedad volvía y esta vez no había donante de médula. Fue en ese momento cuando Pablo se marcó un objetivo: conseguir un millón de donantes #retounmillón.

Pablo no se rinde, y día a día lucha por su vida. “Sería triste morirme porque no hay un donante para mí, cuando está en la mano de todos aumentar esas posibilidades de vida, tanto en mí, como en todas las personas que puedan necesitar un trasplante de médula”, escribía en las redes sociales hace unas semanas el propio Pablo.

“Hacerte donante es gratis, satisfactorio, indoloro y bondadoso”, recuerda Pablo Ráez. Y parece que el mensaje está calando porque los donantes han aumentado en todo el país y en Ceuta no iba a ser menos. Según ha explicado a Ceuta Actualidad la responsable de Trasplantes de la ciudad, María Luisa Centeno, “esta campaña ha tenido mucha repercusión. Han aumentado considerablemente las llamadas de ceutíes interesados en informarse cómo hacerse donantes de médula”. En los últimos quince días “hemos conseguido 14 donantes. En los últimos 11 meses 33, de los cuales la mitad han sido durante la última semana”, puntualiza Centeno.

El perfil del donante es es su mayoría mujeres menores de 35 años pero “cualquier persona sana entre 18 y 55 años puede hacerse donante”. Lo único que hay que hacer es pasarse por Atención al Paciente en el Hospital Universitario, enviar un correo a [email protected] o informarse cuando venga a la ciudad el Centro de Transfusiones de Jerez.

Hacerse donante es muy sencillo. “Lo primero es recibir toda la información sobre el proceso y después simplemente hay que sacar sangre al futuro donante para saber que HLA tiene, tiparlo y ahí comienza el proceso: se compara este tipaje con los de los pacientes pendientes de un trasplante y se busca la mayor compatibilidad”, expone Centeno. Lejos de la que se pueda pensar, no es tan sencillo encontrar donantes compatibles. “En 2015 había 230.000 donantes pero solo se pudieron realizar 48 trasplantes en España y 12 en el extranjero”, se lamenta la doctora, de ahí la necesidad de conseguir ese millón de donantes por el que lucha Pablo porque con ello se amplía el abanico de donantes.

Cuando se necesita un donante, primero se busca esta compatibilidad entre sus familiares pero “solo un 30% puede recibir el trasplante de un familiar, por lo que el 70% de enfermos restantes depende de un extraño”. Según ha explicado Centeno, en el 90% de los casos se encuentra un donante en 33 días, un intervalo de tiempo que es demasiado largo para enfermos en una fase crítica. El lado bueno de esta enfermedad es que si el trasplante sale bien, la leucemia se cura.

Una vez que se consigue la compatibilidad entre donante y paciente, hay dos vías de donación. La primera y más sencilla consiste en “conectar a una máquina al donante y mediante un catéter en el brazo sacarle sangre durante 4 horas para aislar las células madres y devolver después la sangre al organismo y la segunda, algo más farragosa, es mediante punción directa de la médula ósea en la zona de la cadera, no en la espalda como mucha gente cree. La zona de la cadera es de fácil acceso, no hay nada que dañar y se acumula mucha médula”.

Pablo, después de 63 días en el hospital, lucha desde su casa esperando a un donante compatible para poder seguir sonriendo a la vida... quien sabe si su "media naranja" estará en Ceuta.