La Consejería de Sanidad, Consumo y Menores, mediante Sanidad Ambiental, área de la que depende el Laboratorio de Salud Pública, ha cosechado un nuevo éxito en la acreditación de la calidad del servicio que presta para garantizar que tanto el agua de consumo como de baño esté en buen estado. Si en 2013 logró la acreditación para determinaciones analíticas en agua de consumo para Ph y conductividad, ahora lo ha conseguido para bacterias aerobias a 22ºC, coliformes totales, eschericia coli, enterococos fecales y clostridium perfringens.
Este éxito se suma a una larga lista de avances que comenzó en 2002, cuando el Laboratorio de Salud Pública se propuso lograr una mayor satisfacción y confianza de los ciudadanos, mejorar el conocimiento de los procesos y aumentar el compromiso del personal encargado de todo ese control sanitario de las aguas que bebemos y en las que nos bañamos, incluyendo en estas última las playas y piscinas de uso público. Inició, para ello, la implantación de un sistema de gestión de la calidad que ha ido conservando en cada evaluación a la que se ha visto sometido.
En aras del objetivo de mejorar la calidad de sus productos, obtuvo en 2003 la ISO 9001-2008, que concede la Asociación Nacional de Normalización y Certificación (AENOR), con alcance al control analítico de las aguas de consumo humano y las aguas de baño, sistema que ha venido conservando. Después de eso, con el objeto de demostrar a la ciudadanía que las actividades analíticas del Laboratorio son conformes a las normas de calidad existentes, empezó la tarea de comprobación de la competencia técnica.
Así, en 2011, el Laboratorio de Salud Pública consiguió de la ENAC, acrónimo de la Entidad Nacional de Acreditación, la norma UNE-EN ISO /IEC 17025 para la realización de ensayos en el sector medioambiental con alcance a aguas marinas (detección y recuento de eschericia coli y detección y recuento de enterococos intestinales).
Un examen continuo
Disponer de experiencia en la realización de las actividades para las que se solicita la acreditación; y conocer y cumplir los criterios de acreditación que le son aplicables son los pasos previos a la solicitud, tras la cual comienza un periodo de estudio de los documentos que describen el modo en el que la entidad solicitante realiza las actividades (sistema de gestión, métodos y procedimientos de trabajo, competencia del personal...) y la evaluación in situ del trabajo propiamente dicho que se pretende acreditar.
Realizada esa evaluación, la entidad que acredita emite un informe que hace llegar al solicitante para que responda con las acciones correctoras que considere pertinentes y es entonces cuando la Comisión de Acreditación toma una decisión, que ha sido positiva en el caso expuesto de las técnicas para las determinaciones microbiológicas en las aguas de consumo relacionadas: bacterias aerobias a 22ºC, coliformes totales, eschericia coli, enterococos fecales y clostridium perfringens).
Esa respuesta positiva no es ni mucho menos un punto y final, puesto que ENAC vigila con evaluaciones periódicas que las entidades acreditadas siguen cumpliendo los requisitos de acreditación y, de hecho, si en algún momento constata un incumplimiento, la puede suspender temporalmente o retirar hasta que se demuestre de nuevo el cumplimiento de las condiciones exigidas.
