SOBRE DETERMINADOS FáRMACOS

SATSE busca el apoyo de la Asamblea para la retirada del RD de prescripción enfermera

El Sindicato de Enfermería solicita a los partidos de la oposición que promuevan una Proposición no de Ley para la retirada del artículo 3 del Real Decreto. La consejera de Sanidad, Adela Nieto, se compromete a reunirse con SATSE para tratar este asunto. 

Elisabeth Muñoz, secretaria autonómica de SATSE, con Adela Nieto, consejera de Sanidad-1
photo_camera Elisabeth Muñoz, secretaria autonómica de SATSE (a la izquierda), junto a Adela Nieto, consejera de Sanidad /CEDIDA

El Sindicato de Enfermería (SATSE) busca el apoyo unánime de la Asamblea de Ceuta para la retirada del artículo 3 del Real Decreto de prescripción enfermera por el perjuicio que ocasionará a los pacientes, a la ciudadanía y a los profesiones sanitarios. Ya son 12 las comunidades autónomas que han expresado su disconformidad con la actuación del Ministerio de Sanidad.

Por este motivo, SATSE ha entregado esta mañana a los partidos de la oposición una carta en la que les solicita que promuevan una Proposición no de Ley para la retirada del mencionado artículo que regula la prescripción enfermera (uso e indicación de determinados fármacos por parte del personal de Enfermería).

En este documento, el sindicato solicita a estos partidos que insten al Gobierno autonómico a emprender las medidas oportunas para facilitar que las enfermeras puedan ver regulada la prescripción de fármacos sujetos a prescripción médica, entre otras, la impugnación ante los tribunales de justicia del RD.

Asimismo, en esta carta también piden a las formaciones en la oposición que defiendan la modificación de la redacción de su artículo 3 en consonancia con lo aprobado en el Consejo Interterritorial, Consejo de Estado y la Comisión de secretarios de Estado, ya que la redacción del RD aprobado fue hecha a espaldas de la profesión enfermera y desvirtúa y altera el fondo, el espíritu y la letra del texto original, tanto del RD como de la Ley de Medicamento.

Por otra parte, la consejera de Sanidad, Consumo y Menores, Adela Nieto, también ha recibido esta mañana una carta, en su caso, la que el secretario general de SATSE, Víctor Aznar, remitió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a propósito de la prescripción enfermera. La responsable del área en el Gobierno autonómico se ha comprometido a mantener una reunión con SATSE por este motivo.

En el texto, que Aznar suscribe junto al presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, en el marco de la Mesa de la Profesión Enfermera, ambos entienden necesaria una oportunidad antes de publicar un texto tan lesivo para buscar una fórmula de consenso que permita armonizar los intereses en juego sin dañar a ninguna profesión y dentro del pleno respeto a la normativa vigente. A tal fin, SATSE y el Consejo General de Enfermería solicitan la paralización temporal de su publicación, promueva esa última oportunidad, en evitación de un conflicto que ni los ciudadanos, ni lo profesionales afectados ni el sistema sanitario desean ni pueden permitirse.

 

Más esperas, más consultas y más burocracia

La Mesa de la Profesión Enfermera desarrollará, de manera inmediata, una intensa campaña de información destinada a todos los usuarios y pacientes españoles de cara a que conozcan las negativas repercusiones que el Real Decreto de prescripción enfermera tendrá en la atención que reciben, entre otras: más esperas, más consultas y más burocracia.

Algunos ejemplos de situaciones asistenciales que van a verse directamente perjudicadas por esta nueva normativa son, por ejemplo, cuando las enfermeras administran una vacuna, sin una pauta previa del médico; cuando utilizan cremas (algunas de ellas consideradas medicamentos sujetos a prescripción médica) para curar heridas, quemaduras o úlceras por presión, o cuando realizan el seguimiento de los pacientes crónicos en las consultas, por ejemplo, en el caso de los diabéticos o anticoagulados. Asimismo, en todos aquellos servicios donde no hay médicos en plantilla de forma permanente (empresas, escuelas, residencias de mayores, ambulancias…) y la actuación de los enfermeros permite realizar unos cuidados adecuados, en los que en ocasiones es preciso que indiquen medicamentos sujetos a prescripción médica, basándose en protocolos sin una prescripción previa del médico.

En todas estas situaciones la enfermera quedará “atada de pies y manos” y los ciudadanos y pacientes deberán acudir una y otra vez al médico, ya sea en el primer diagnóstico o posteriormente, ante la más mínima variación de su situación sanitaria, para que el médico revise una y otra vez la prescripción realizada y seleccione el protocolo a seguir. Todo ello a pesar de que estamos hablando de situaciones que habitualmente forman parte de las competencias propias de los enfermeros. Esta nueva situación conllevará, indudablemente, más consultas y más esperas y un previsible colapso de la sanidad.